Acércate al animal y sujétalo delicadamente por el cuello, bajando la cabeza hacia el suelo. El movimiento ha de ser despacio, pero tienes que sostener al gato con solidez. En ese instante, solo di que no. Reitera de nuevo el movimiento y el no y déjalo ir.
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Consejos para corregir a un gato que no emplea el arenero
Entre las cuestiones mucho más usuales de los dueños de gatos es: de qué forma corregir a un gato que orina dentro o fuera de casa la arena de la caja de arena. Esta es una situación común en los gatos, puede suceder por múltiples causas.
La mala localización del arenero se encuentra dentro de las causas mucho más esenciales por las que un gato orina fuera del arenero. Los gatos siempre y en todo momento procuran un espacio privado para agradar sus pretensiones. Por este motivo, es conveniente que el arenero se ubique en un espacio poco transitado y relajado.
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¡Lo deseo!
El tercer punto sobre de qué manera educar a un gato es conseguir que las acciones inadecuadas sean vivencias desapacibles. Aquí, el ejemplo mucho más claro es el rayado de muebles. Tienes que emplear tus poderes de observación y tu paciencia para saber lo que NO le agrada. Ciertos gatos detestan que se les enganchen las uñas al afilarlas, conque puedes contemplar los muebles en cuestión con tul o red; puedes buscar un fragancia desapacible como pimienta, mentol, repelente de insectos (no venenos) o en ocasiones marcha bien poner algo de cinta adhesiva en los dos lados a fin de que los dedos queden pegajosos. Otra cosa que tiende a ser eficaz para educar a un gato y que no rasque donde no debe es buscar una textura que no le agrade, como plástico, papel de aluminio, papel de lima.
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¡Lo deseo!
Otra forma de disuasión es dejar algo en la área que al gato no le agrade, por servirnos de un ejemplo cinta adhesiva de doble cara. En el momento en que sienta que las piernas le pegan, va a aprender a no escalar. Con otros gatos marcha realmente bien dejar papel de aluminio, que es incómodo y además de esto hace bastante estruendos.
La edad importa, el castigo marcha mejor en gatos jóvenes
Al castigar a un gato, hay que tomar en consideración su edad. Su accionar, su actitud y su asimilación de la situación cambian de manera significativa según su edad.
Tenemos la posibilidad de dividir la edad de los gatos en 3 rangos:
¡Los gatos no comprenden de castigos!
En el momento en que un gato se porta mal, la primera cosa que se le sucede a su humano es castigarlo. Y más allá de que es esencial, corregir en el instante con una palabra clara como: “NO”, intentando de castigarlo aparte de apuntarle que lo que logró no está bien, no es buena técnica para adiestrar a un gato.
En verdad, se demostró que la mejor forma de corregir a un gato y enseñarle buenos hábitos es PREMIARLO en el momento en que se porta bien, o hace algo bien. Dale un premio o una gominola a fin de que asimile el buen accionar en el instante conveniente, y sé incesante.