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Cómo despertar el don que tengo

Redacta en tu períodico lo que tienes que realizar para desarrollar este don. Reconoce los dones espirituales de quienes te cubren. Mientras que haces esto, redacta lo que te des cuenta. Puede charlar con estas personas sobre de qué forma desarrollaron estos dones o de qué manera los utilizan para asistir y ser útil a el resto.

Desde hace unos años siempre y en todo momento se charla de seres angélicos que nos acompañan en el chato terrenal y que nos guían, acompañan, resguardan y asisten en los distintos procesos de la vida. No obstante, pese a comprender cuentos bíblicos como el aviso del hijo de Dios a la Virgen María por la parte del Arcángel Gabriel, reconocido como el ángel de la comunicación, algunos conocen que todos y cada uno de los humanos poseemos la aptitud de estar comunicados con ellos y percibir sus mensajes.

Todos tenemos la posibilidad de ponernos en contacto con los ángeles, sin salvedad. Es una falacia opinar que debemos ser seleccionados sensibles o dotados para percibir la voz de Dios y los ángeles. Como Dios nos creó a todos iguales, todos disponemos exactamente el mismo don.

Prácticas que asisten

Según el monje budista José L. Díaz de Villegas, hay prácticas que nos tienen la posibilidad de contribuir a cultivar nuestras habilidades para el bien común.

Una de ellas, enseña, es dejar que la atención duerma bien en la respiración y toda vez que se distraiga, dejar que vuelva a ella, sin evaluar ni comentar. “Mientras que haces esto, ves tu actividad mental y de qué manera crea una sensación de un yo separado, que sentimos que debemos resguardar por todos y cada uno de los medios. Conforme se afloja el control de ese yo, la claridad y la amabilidad que siempre y en todo momento estuvieron allí empiezan a emerger”, añade.

1 comentario en «Cómo despertar el don que tengo»

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