Confía en tus conjeturas. Confiar en tus corazonadas es esencial para finiquitar una situación que no disfrutas o tomar una resolución esencial. Precaución con las ideas preconcebidas que nublan tu intuición. El mindfulness puede ser un enorme aliado. Aprende a ser mucho más empático. Juega con las vistas.
A todos nos pasó: nos ofrecemos palmadas en la frente en el momento en que nos enteramos de que ese cliente reaccionó como pensábamos, en el momento en que perdimos el paraguas que en microsegundos imaginamos dejar en el mostrador, en el momento en que nos confundimos de resolución , si bien ahora habíamos planeado que lo opuesto sería mejor. Antes de percatarnos de que nos habíamos equivocado, descubrimos que nuestra intuición, ese pensamiento que aparece de la nada como un cierto pinchazo, ahora nos había dicho que otra solución era mejor.
Sencillamente no oímos. No oímos esa corazonada, esa voz interior, pues nos encontramos familiarizados a descontar nuestras conmuevas y nuestra sabiduría sensible, hasta el punto de tildar la intuición de superstición. Entre opiniones sexistas como “si lloras te ves feo”, “si te enojas absolutamente nadie te desea”, “si expresas amor eres vulnerable”, silenciamos un bello y profundo conocimiento que vive en nuestra naturaleza popular como “ intuición». femenino» o «sexto sentido», y aseguramos que el razonamiento es nuestro amo y señor.
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Confía en tus corazonadas
Confiar en tus corazonadas es esencial para finiquitar una situación que no disfrutas o tomar una resolución esencial. ¿Cuántas ocasiones has estado con alguien con quien solo discutiste y sufriste? ¿En algún momento tuviste un trabajo que no te agradaba y tu instinto te mencionó que «lo dejaras»?
Las conjeturas tienen una virtud fundamental. En contraste a la toma de resoluciones consciente y racional, no se aprecian paralizados ni apabullados por mucha información. En este sentido, hay una paradoja: al no trabajar solo en el chato consciente o ser solo un producto de ese chato, tus proyectos tienen la posibilidad de haber tenido presente considerablemente más información. En ese sentido, si debes tomar una resolución rápida, confía en ella antes que a la suerte.
Información inconsciente
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Las indagaciones prueban que nuestro entendimiento junta y guarda información de la que no sabemos. Esto puede perjudicar nuestras resoluciones en el instante y tiene bastante que ver con la intuición.
3- Confía en tu instinto, «en esa primera impresión»
Hay veces en las que nos cruzamos con un individuo que, no entendemos realmente bien por qué razón, pero no nos encontramos totalmente persuadidos o inspira seguridad. Asimismo nos puede pasar con un espacio, o con una situación…
En el momento en que eso pasa, puedes estar seguro de que es tu instinto el que te está mandando un mensaje.
De qué forma continuar tu intuición
- Escucha sus respuestas. En la mayoría de los casos, varios pensamientos se concentran en nuestra cabeza al tiempo que tienden a saturarnos y complicar la labor de detectar nuestra intuición. Un ejercicio muy efectivo para continuar tu intuición es hacerte una pregunta y percibir atentamente la primera contestación que se te ocurra. Por poner un ejemplo, si tienes inquietudes sobre proceder a un acontecimiento, puedes preguntarte: ¿deseo proceder a esa celebración? Si su primera contestación es no, entonces su intuición le afirma que no asista.
- Reconoce tus instintos. Esta es algo mucho más bien difíciles, pero no es realmente difícil. Para oír tus instintos, tienes que oír esas corazonadas repentinas que se muestran en tu cabeza. En el momento en que tomas una resolución y en el fondo sabes que está mal, que no te sientes seguro con lo que haces, andas ensayando una corazonada. Prosigue tu intuición y actúa según lo que te calma.