Piensan que hay resoluciones adecuadas a los inconvenientes humanos. Se preocupan bastante por los datos. Son rigurosos, carecen de empatía y desaprueban las muestras espontáneas de aprecio. Para lograr expresarse apropiadamente, estas personas meditan bastante sobre la idoneidad de todas sus expresiones.
La rumiación del pensamiento, asimismo famosa como pensamiento obsesivo o circular, radica en fijarse en solo una iniciativa, a la que se le da vueltas y vueltas a lo largo de largos periodos de tiempo. El tema es negativo y hace aparición en instantes de agobio o al lado de anomalías de la salud como la depresión o la ansiedad. Desarrollan afecciones a quienes la sufren y, al procurar frenarlas, aun incrementan. La asistencia sicológica es primordial en su régimen.
Nuestras conmuevas y nuestros pensamientos no solo son una sección esencial de nuestra vida, sino más bien ineludibles. Sentimos y pensamos en todo el día, si bien no seamos siendo conscientes de ello. Pasa inadvertido por el cambio de enfoque de nuestro entendimiento: no puede atender todos y cada uno de los estímulos al unísono y elige esos que considera esenciales en ese instante. En el momento en que brotan pensamientos obsesivos, nuestro primer impulso es estimar detenerlos, algo que es realmente difícil. Nuestro entendimiento no deja de generar y, al estimar supervisar lo incontrolable, nos frustramos, estamos responsables y incrementa la ansiedad. Nos predisponemos a seguir con el círculo vicioso, que asimismo se retroalimenta de lo que vivimos en ese instante. Para comprender, pensemos en lo siguiente: si tengo una botella de agua vacía y trato de sumergirla en agua, el aire de adentro nos lo pone bien difícil. Debemos pelear y pelear por algo que no vamos a hallar. Esperar que una botella vacía está en el fondo del agua es como esperar que nuestro entendimiento deja de meditar; Solo va a hacer que nos sintamos cansados y frustrados.
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Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
La característica del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es exactamente la existencia de obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos o imágenes que entran en nuestra cabeza de manera involuntaria y que no sentimos como propios. Es común que la gente que padecen obsesiones las tengan en cuenta absurdas, en el momento en que no absurdas. Ciertos de mis pacientes tuvieron obsesiones verdaderamente angustiosas. Una madre cariñosa de sus hijos tenía temor de lastimarlos en el momento en que le llegaban imágenes de sí apuñalándolos. Temía que verdaderamente fuera un individuo con instintos homicidas y se encontraba intensamente deprimida por muchos pensamientos de este género. Cuanto mucho más luchaba por sacarse esos pensamientos de la cabeza, mucho más se le ocurrían; y parecía impotente para supervisar sus pensamientos.
Otro tolerante mío definió realmente bien la esencia de las obsesiones. Para él, las obsesiones son como abejas que te pican sin cesar, una tras otra o múltiples al unísono. Cuanto mucho más luchas para ahuyentar a las abejas, mucho más te atacan, concluyó.
Meditar bastante te fatiga
Comunmente, meditamos sobre nuestras intranquilidades intentando de localizar resoluciones a nuestros inconvenientes. Así, comenzamos a conocer nuevos puntos de vista que nos asisten a administrar lo que nos pasa de una manera mucho más soportable.
Pero este desarrollo natural de reflexión interna no en todos los casos pasa como aguardamos y, en vez de darnos una mayor claridad, nubla nuestro juicio, accediendo en una espiral de pensamientos negativos que se repiten constantemente.
Señales de que nuestro hijo puede padecer Trastorno Obsesivo Compulsivo:
- Si tiene ideas que le incordian.
- Si precisa contrastar las cosas múltiples ocasiones.
- Si precisas lavarte las manos con cierta frecuencia.
- Las cosas que acostumbramos a tirar se guardan.
- Lo que tienes que llevar a cabo antes de acostarte o al irse de casa…
- Si las cosas fuesen de determinada forma.
- Que es muy normal que te impacientes por tus hijos si observas estos hábitos.
- Que no es culpa del niño.
- Que los progenitores le asistan y apoyen.
- No deberías criticarlo.
- Hay que sostener las prácticas familiares.
- No hay que dejar que el TOC sea el jefe de la vivienda y todo cuanto pasa en ella: no le daremos de comer.
- Es esencial buscar asistencia: buscar tácticas y desarrollar novedosas capacidades para asistirlos.
- No te rindas.
¿De qué forma tenemos la posibilidad de supervisar los pensamientos obsesivos?
- Admite el pensamiento obsesivo. Este es el paso mucho más bien difícil, en tanto que significa tener que admitir la ansiedad que nos desarrollan. Ten en cuenta que toda vez que intentamos de remover el pensamiento obsesivo, lo que hacemos es fortalecerlo, reforzándolo.
La clave es estudiar a observarlos, ofrecer un paso atrás y observarlos solo con lo que son, pensamientos, no acciones reales. Si nuestros pensamientos comprometen situación, podríamos meditar que iremos a ganar la lotería, y de esta manera es.