¿Los perros tienen pensamientos? Los perros opínan, pero su nivel de cognición es afín al de un humano de 3 a 5 años. Esto quiere decir que tienen la capacidad de comprender el planeta que les circunda y varias cosas se les pasan por la cabeza. Más allá de que nos encantaría que nuestros perros nos hablaran, eso es imposible.
Todos amamos a nuestro perro.
Por la manera en que los perros mueven la cola, invaden nuestro regazo y hurtan nuestras almohadas, verdaderamente semeja que nuestros perros asimismo nos adoran. Pero hasta el momento en que los perros logren decirnos qué ocurre en sus cabezas pilosas, ¿tenemos la posibilidad de estar seguros?
Aparte de meditar, ¿los perros sueñan?
De forma frecuente, en el momento en que nuestro perro duerme, desplaza las patas, gime y se retuerce: está claro que está soñando. Los perros tienen que soñar con cosas de «perros», como conseguir un espacio o hallarse con otro amigo peludo, apresar presas, sumarse a una manada o conjunto de individuos. Se ha comprobado, a través de el rastreo de la actividad cerebral de los perros dormidos, que múltiples áreas del cerebro se impulsan a lo largo del sueño. Como en nuestro caso, el cerebro de los perros les resguarda de imágenes muy duras mientras que duermen.
Los perros opínan realmente bien en sus humanos y tienen la capacidad de leer su accionar mejor que absolutamente nadie. Los animales que tienen popularidad de ser mucho más similares a los humanos son los primates, pero absolutamente nadie nos conoce mejor que nuestros perros. Comunmente, nuestros amigos pilosos nos tienen en alta cree: nos respetan, nos desean, confían en nosotros y nos conocen con perfección. Tienen la posibilidad de distinguir diferencias de voz, expresiones faciales e inclusive la intensidad del tacto. ¿No lo crees? Conque trata de fingir que andas llorando en frente de tu perro, es muy posible que venga a consolarte.
Distinguir juguetes.
Chaser es otro border collie (algo que esta raza debería tener) que fue entrenado a lo largo de tres años por Alliston Reid y John Pilley, psicólogos del Wofford College, en USA. Durante 36 meses, le enseñaron a distinguir entre 1022 juguetes distintas. Los científicos le solicitaron que fuera a buscar, afirmemos, la bola azul en la habitación de al costado, y Chaser lo logró. En las 836 pruebas que hicieron a lo largo de tres años, el border collie solo tuvo un fallo de color del 1%.
Estos nuevos entendimientos tienen la posibilidad de corroborar un concepto esbozada por Gregory Burns: “Los cerebros de los perros exhiben algo particular sobre de qué manera los humanos y los animales se unen. Posiblemente influyéramos en su avance como clase tanto como ellos influyeron en el nuestro.