Cómo puedo tocar el corazón de Dios

INTRODUCCIÓN

La oración es básica y primordial en la vida de un católico renacido, siendo la línea misma de la vida. Es bien simple comunicación y no un etéreo ejercicio mental de contemplación mística y asentimiento a un Dios que vive «allí afuera en alguna parte». Es un acto de adoración, la comunión del alma con Dios – espíritu con Espíritu – de los salvados con el Salvador. Es combatir con Dios y reposar en paz en Sus brazos. La oración puede integrar debatir y quejarse con Dios; Él comprende que somos humanos.

TEXTO: SALMOS 51: diez

Introducción: En el sendero católico nos vamos a encontrar con muchas situaciones que van a hacer merecedora de nuestra lealtad a Dios, lo que consecuentemente alegrará el Corazón de Dios. Hay varias cosas que traen alegría al Corazón de Dios, pero hay varias cosas que traen mal al Corazón de Dios. David fue un hombre con arreglo al corazón de Dios, un hombre que logró regocijar el corazón de Dios, pero por otra parte, asimismo fue un hombre que cometió varios fallos. Pero el interrogante de esta noche sería: ¿De qué manera tocar o alegrar el corazón de Dios?

I. PARA TOCAR O ALEGRAR EL CORAZON DE DIOS DEBEMOS SABER QUE COSAS LE DETIENEN, ENTRE ELLAS TENEMOS:

Su oración toca el corazón de Dios:

) «Señor mi Dios, vengo a ti con un corazón necesitado de tu presencia y tu bendición. Te solicito el día de hoy que donde haya caos en mi vida, coloques orden.

Te recomiendo ocupar el primer rincón en mi corazón a

DESCARGAR PDF: HAGAMOS ALEGRE EL CORAZÓN DE DIOS

Este artículo del libro de proverbios nos charla de un padre que le solicita a su hijo que realice feliz a su hijo corazón viviendo de manera sabia , pero estas expresiones asimismo tienen la posibilidad de ser ajustables al deseo del Padre celestial para sus hijos.

La Biblia nos enseña que nuestro Dios no es indiferente ni indiferente a nuestras reacciones (Génesis 6:6 / Jeremías 32:31 / Marcos 3:5)

La auténtica conversión proviene del corazón (ti xagb_4)

La conversión auténtica puede ir acompañada o no de alguna experiencia trágica o sensible. En ocasiones un individuo llega a Cristo en un acercamiento dramático, como Pablo en el sendero a Damasco. Pero en otros instantes, un individuo no puede determinar el instante en que se convirtió. Mucho más bien, llega a una conciencia gradual de que Dios hizo una obra en su corazón.

Pero en todos y cada uno de los casos, la auténtica conversión es una obra de Dios en el corazón humano, donde Él entrega una vida novedosa y un derecho frente Él sobre la base de la obra de Cristo en la cruz. No se apoya en el poder de la intención humana, sino más bien en el favor soberano y también inmerecido y la decisión de Dios (Juan 1:13; Romanos 9:diez-18; Efesios 1:4-5; 2:8-9; Santiago 1 :18).