Se niega a dejar un espacio más allá de que se lo solicites. Gruñe para aseverarse en algunas ocasiones, como en el momento de comer o de jugar. Sostiene una observación desafiante frente a los humanos. Sale o entra por las puertas antes que sus dueños o pasea enfrente de ellos.
Controlar a nuestra pareja es una labor primordial si deseamos tener una relación pacífica y feliz. Los perros son descendientes directos del lobo, viven en manadas obedeciendo a una jerarquía muy sencilla. En todos y cada manada hay un macho alfa, que es el líder de la manada, el que escoge y manda.
Lo que debemos llevar a cabo con nuestra mascota o compañero es hacerle comprender que nosotros, su dueño, somos el macho alfa y como tal debe respetarnos y obedecernos. Y es muy simple estudiar a ser un macho alfa.
Los perros eligen un líder canino y un amo humano
Por último, es esencial que sepas que, dado a seleccionar, tu perro preferiría vivir con otros perros. 2, tres o mucho más. Para ellos, el estado natural es el rebaño.
Pese a ello, tienen la capacidad de discernir la figura de un líder (entre iguales) y de un profesor (entre humanos). Puedes conjuntar las dos figuras, pero siempre y en todo momento va a quedar claro que no eres un perro.
Tu perro no se distancia en el momento en que le charlas.
Un perro verdaderamente no podría faltarte al respeto considerablemente más que distanciarse en el momento en que andas comentando con él. Es el colmo de la grosería y es una enorme señal de que no posee ningún respeto por ti. Un perro que te respeta está atento y junto a ti toda vez que le charlas.
Los líderes de manada tienen que inspirar respeto y sus perros tienen que prestar mucha atención a eso que dicen. Puedes estar seguro de que tu perro te respeta si te escucha y te presta atención.