Los canales de comunicación en medio de estos 2 órganos vitales para la supervivencia son la sangre y los nervios. Las moléculas de neurotransmisores químicos, como las citoquinas, viajan por medio de la sangre con mensajes bidireccionales entre el cerebro y el corazón.

A lo largo de la práctica mucho más formal de mindfulness -meditación- conseguimos conectar con nuestra cabeza y conocerla como jamás antes. Sabemos de la agilidad con la que es con la capacidad de llevarnos de un pensamiento a otro, haciéndonos rememorar recuerdos del pasado sin relevancia o haciéndonos meditar en lo que vamos a hacer mañana, distanciándonos siempre y en todo momento del en este momento, del presente.

Para mí la meditación es una herramienta primordial para el autoconocimiento, que es con la capacidad de conectar con mi cuerpo y después trascenderlo, me contribuye a entender esta situación Una física es únicamente una faceta de este cosmos energético y consciente en el que vivimos, me asiste para ir alén de mi cabeza y restricciones para presenciar la energía que se distribuye por mi cuerpo, para desidentificarme de esta construcción que he ido creando a lo largo. mi vida y que siempre y en todo momento creí se encontraba arraigado en mi cabeza y cuerpo. La meditación me transporta a sitios y temas en los que jamás había planeado, me abre a mi espiritualidad y mística, profundizando en unas partes de mí que había escondido a lo largo de un buen tiempo.

El corazón

Tampoco se queda atrás en el momento de sorprendernos con las curiosidades que podemos encontrar en él. Gracias y con el apoyo de Annie Marquier, ampliaremos aún mucho más este órgano con los nuevos descubrimientos completados:

• Se descubrió que el corazón tiene dentro un sistema inquieto sin dependencia y bien creado con mucho más de 40.000 neuronas y una red complicada y espesa de neurotransmisores, proteínas y células de acompañamiento.
• Hay una comunicación bidireccional incesante entre el cerebro y el corazón. En verdad, el corazón manda mucho más información al cerebro que la que el cerebro manda al corazón, en tanto que hay 4 tipos distintas de conexiones que van del corazón al cerebro: 1. Comunicación neurológica por medio de la transmisión de impulsos alterados: El corazón es el único órgano del cuerpo con la propiedad de mandar mucho más información al cerebro de la que recibe, logrando cortar o encender algunas unas partes del cerebro según las situaciones. 2. Información bioquímica por medio de hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que genera la hormona ANF, que garantiza la estabilidad general del organismo: la homeostasis. Uno de sus efectos es cortar la producción de la hormona del agobio y generar y dejar en libertad oxitocina, famosa como la hormona del amor. 3. Comunicación biofísica por medio de ondas de presión. Semeja que por medio de la continuidad cardiaca y sus variantes, el corazón manda mensajes al cerebro y al resto del cuerpo. 4. Comunicación energética: El campo electromagnético del corazón es el mucho más fuerte de todos y cada uno de los órganos del cuerpo, se prolonga entre 2 y 4 metros y es 5.000 ocasiones mucho más profundo que el del cerebro. Y se ha visto que este campo electromagnético cambia en función de nuestro estado sensible.
• Hay 2 géneros de latidos del corazón según nuestro estado sensible: el armónico, con ondas largas y regulares, que se genera en el momento en que sentimos conmuevas que nos resultan agradables; y las ondas desorganizadas y también incongruentes que se generan en el momento en que sentimos temor, furia o desconfianza. Y lo mucho más interesante de todo es que nuestras ondas cerebrales prosiguen estas variantes del ritmo cardiaco.
• Por consiguiente, el cerebro del corazón activa centros de percepción superiores totalmente nuevos en el cerebro de la cabeza que interpretan la verdad sin depender de vivencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por los viejos recuerdos, y su conocimiento es inmediato y también instantáneo.

El corazón y las conmuevas

¿Has oído en algún momento que las conmuevas se sienten en el corazón? Si bien biológicamente esto no es verdad, hay una base que sosten esta teoría. En el corazón hay unas 40.000 neuronas que conectan de manera directa el corazón y el cerebro, en especial la región relacionada con las conmuevas, dando rincón a un diálogo persistente entre corazón y cerebro. De ahí que, en el momento en que nos encontramos tristes, sentimos mal en el pecho, y mencionamos que «nos duele el corazón»; la conexión entre el corazón y el cerebro hace estas experiencias.

Y comentando de esas experiencias que se generan en nuestro corazón, permíteme contarte un apunte muy interesante sobre nuestro cuerpo y los sentimientos que quizás no sepas:

Técnica que abre la puerta para llegar a conectar el corazón con el cerebro y prosperar el sistema inmunológico

1. Cierra los ojos y concéntrate en ti. Coloca tu atención no en el pensamiento, sino más bien en el corazón.
2. Coloca tu mano en tu corazón.
3. Coloca tu conciencia donde pones tu mano.
4. Relájate y respira profunda y poco a poco. Deja 5 segundos entre inhalar y exhalar. En el momento en que respiras lentamente y dominada, andas mandando un poderoso mensaje a tu cuerpo de que estoy seguro. En el momento en que el cuerpo se siente seguro y protegido, su química cambia.
5. Siente ese sentimiento que experimenta tu corazón. Puedes sentir esa sensación por el hecho de que no es dependiente de todo el mundo exterior si la sientes o no. Es una emoción y experiencia puramente abstracta y divina. Puedes sentir una de estas 4 conmuevas:

• Gratitud
• Aprecio
• Precaución/Amor
• (4) Compasión
  

  )

  Durante la historia, la razón y el corazón han jugado papeles distintas.

  • Ahora en la antigüedad, los egipcios pensaban que tomaban sus resoluciones con el corazón y no con el cerebro. Un caso de muestra de esto es el enorme descubrimiento hallado en la tumba del faraón Tutankamón (1300 aC), en el que descubrimos que su corazón había sido embalsamado y su cerebro desechado.
  • Mais tarde, no século XVII, quando se tornou conocida a oración do pensador racionalista Descartes (1596): «Penso, logotipo existo», a humanidade já começava a superestimar o cérebro y también entregar à «razão» supremacia sobre el corazón.
  • En la actualidad, muchas personas prosigue subestimando el poder de las “conjeturas” por considerarlas primitivas o esotéricas.
  • No obstante, los científicos demostraron últimamente la presencia de neuronas en el corazón. Por consiguiente, tenemos la posibilidad de decir que actúa como un cerebro mucho más y que tiene su sabiduría.

  ¿Deseas estudiar a percibir lo que te afirma el corazón?