Ser empático y ser un individuo emotivamente sensible asimismo provoca que la persona admita peor las críticas. Esto se origina por que experimentan las conmuevas con mucho más fuerza y procesan la información con mayor hondura, tanto para bien para mal.
En esta inmadurez sensible que se encuentra en la gente diagnosticadas con TDAH, hay un déficit en la autorregulación de las conmuevas, que se aprecia en las adversidades que tienen estos pequeños para interiorizar y supervisar la intensidad de sus conmuevas. Es frecuente ver como a veces sus reacciones son excesivas por fundamentos que nos tienen la posibilidad de parecer inferiores o, por contra, conseguir falta de reacción por otros temas en los que aguardaríamos una enorme contestación.
El resultado de estas adversidades sentimentales se traduce en un accionar inmaduro para su edad, con enorme sencillez para enojarse con lo que no les agrada gracias a la baja tolerancia a la frustración que les caracteriza.
Pero… ¿Qué es la Alta Sensibilidad?
Según los Arons, Alta Sensibilidad existe en el momento en que un individuo tiene un sistema neurosensorial mucho más creado que la mayor parte de la gente, con lo que la persona con Alta Sensibilidad recibe, proporcionalmente, considerablemente más información sensorial simultánea que alguien sencillamente con sensibilidad media.
Gracias a este exceso de información que deben procesar la gente muy sensibles, puede conducir a una saturación sensorial, donde se tienen la posibilidad de generar ocasiones de bloqueo esencial en esa persona, agobio crónico que la persona no es con la capacidad de supervisar, y puede ofrecer rincón a nosologías socias a esta saturación sensorial.
En el momento en que unas personas se conmueven mucho más que otras
Aparte de las peculiaridades neurológicas y las historias de vida, está el presente; lo que nos está condicionando aquí y en este momento. La variabilidad sensible personal y también interpersonal a nivel sensible puede deberse a los retos presentes. Sentirnos mucho más sensibles, frívolos y exponiendo conmuevas a flor de piel nos pasó a todos en algún instante.
Haber sufrido una separación cariñosa, la pérdida de un individuo cercano, haber sufrido un atentado… Hay inmensidad de causantes que, aquí y en este momento, tienen la posibilidad de estar alterando nuestras conmuevas. Da igual que siempre y en todo momento hayamos sido un caso de muestra de equilibrio y moderación; En el momento en que algunas vivencias nos chocan, es común, aguardado y habitual sentirnos mucho más damnificados y sensibles.