El lenguaje de los ojos en el cariño Ciertos ejemplos del lenguaje corporal de la mirada del amor son: Un parpadeo veloz puede señalar que alguien se siente atraído por ti. Si le agradas a alguien pero es un individuo insegura, posiblemente detectes que su mirada se escapa.
Ahora hablamos de esto en otras oportunidades, ¿sabías que en el momento en que un individuo enamorada mira a quien quiere, se le dilatan las pupilas?
Nuestros ojos juegan un papel en la mayor parte de las ocupaciones que efectuamos y un papel esencial, considerablemente más de lo que suponemos en el cariño, las relaciones y el sexo. En el momento en que estamos atraídos por un individuo, en el momento en que nos encontramos enamorados e inclusive antes, a lo largo de y tras las relaciones íntimas, nuestra mirada padece una sucesión de cambios. Como producto de la atracción y la excitación, nuestras pupilas se dilatan.
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La pupila, la señal ocular considerablemente más insidiosa
Comprendemos que el lenguaje no verbal transmite mucha información. En verdad, se ha comprobado que la dilatación y el lagrimeo pupilar son el reflejo de distintas vivencias que inconscientemente alteran el estado del ojo.
Para iniciar, en el instante en que sientes atracción romántica o sexual, la dopamina y la oxitocina, las llamadas «hormonas del amor», se dejan libre en el torrente sanguíneo, ocasionando una secuencia de reacciones químicas en el cerebro que dilatan el pupila del ojo.
La pupila, el signo ocular mucho más insidioso
Entendemos que el lenguaje no verbal transmite mucha información. En verdad, se ha comprobado que la dilatación y el lagrimeo pupilar son el reflejo de diferentes experiencias que cambian el estado del ojo de manera inconsciente.
Para iniciar, en el momento en que sientes atracción romántica o sexual, se dejan libre en el torrente sanguíneo dopamina y oxitocina, las llamadas “hormonas del amor”, que provocan una sucesión de reacciones químicas en el cerebro que dilatan el pupila del ojo.
La «visualización negativa»
La «visualización negativa» del plan estoico equivale, en cierta manera, a la conocida psicología inversa. Radica en tomar conciencia de lo que disponemos y ver, y después imaginar qué sucedería si lo perdiéramos. Particularmente, enfócate en las desgracias que vendrían de no tener aquellas personas, ocasiones o cosas que apreciamos.
Este ejercicio debe hacerse con regularidad. La meta es llevar a cabo una preparación consciente para combatir eventualidades negativas. También, reconsiderar la transitoriedad de la presencia y apreciar el presente. Tal estrategia nutre una visión mucho más verdadera de la vida.
¿De qué forma puedes observar el cariño en los ojos?
Un parpadeo veloz puede señalar que alguien se siente atraído por ti. Si le agradas a alguien pero es un individuo insegura, posiblemente detectes que su mirada se escapa. No charlemos de guiñar, si hay seguridad es señal de cooperación, pero si no conoces a quien te guiña es una ofensa.
Si sostienes su mirada o aumentas el contacto visual, se interesará. Si sus ojos están en tu boca, finalmente lo va a estar. Si de forma rápida mira hacia otro lado, va a haber interés de su parte.