Acaricia a tu novia delicadamente de manera regular en los instantes correctos, cerciórate de que estas caricias sean respetuosas y no de tono sexual o sugerente. Abrazarla, mantener su mano en el momento en que andan juntos y acariciar su rostro son geniales formas de llevar a cabo feliz a tu novia todos y cada uno de los días.
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Hay una verdad en este dicho. Debemos agradecer a aquellas reinas que supieron educar caballeros. ¡Merced a todos ellos!
“Honra tu matrimonio; mantenlo puro siendo sincero en todos y cada uno de los puntos”. (Hebreos 13,
Jesús afirma: «Las miradas lascivas son adulterio» (Mateo 5:28). Mantén tu matrimonio puro adiestrando tu corazón y ojos para ser leal a tu mujer. Tu matrimonio cosechará enormes provecho si Agradece al Señor por la hermosura y la aprecias, pero mantén tus ojos, alegría, cabeza y corazón en tu mujer.
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Admira a tu mujer
El erotismo está en la cabeza, no en el cuerpo. Siéntete favorecido de tener el singular honor de agradar a tu mujer.
Es esencial que aprendas a comunicarte con tu mujer sobre lo que anhelas o desea, tal como lo que no desea en sus relaciones íntimas. Es escencial que si alguno de ustedes Si ve la privacidad como algo contraindicado, malo, sucio, suprima estos conceptos de su cabeza, o esta relación ocasionalmente va a desaparecer. En este momento tres reglas tratándose de esta clase de comunicación: # 1. Hágalo en el h en este preciso momento. No lleve a cabo estas recomendaciones en el momento en que ahora esté en cama. Carece de sentido que alguien afirme en la mitad del coqueteo: «Hay algo que me agradaría que cambiaras». Es un género de charla que necesita sentar las bases, en el momento en que los dos están de buen humor, y asimismo sacar el tema de manera cuidadosa. 2. No critiques el modo perfecto de llevar a cabo el cariño de tu pareja. Conozco ciertos casos en los que las críticas negativas o las mofas de una mujer provocaron tal vergüenza a su marido que a lo largo de bastante tiempo no ha podido tener una erección. Pocos golpes tienen la posibilidad de ser tan duros para la autovaloración como los que van liderados en esa dirección, conque precaución con tus expresiones. 3. Admite el «no» como un mandamiento. Si tu mujer cree que algún deseo tuyo es humillante, impropio o pecaminoso, coméntalo con un sincero deseo de entender. Si tu pareja prosigue sintiéndose incómoda, bórrala de tus deseos. Jamás presiones ni fuerces a tu pareja a realizar algo que no desea realizar.