Son personas con un prominente nivel de agresividad, hostilidad y accionar esquivo, para ellos la infidelidad tiene exactamente el mismo concepto sensible que las relaciones ordinarias con otra gente.
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Conmuevas inestables
Las conmuevas comienzan a ser inestables, muy extremas. El tramposo se regresa belicoso con sencillez, controlando, regañando a su pareja por cosas que no hay. Esto solo manifiesta el enfrentamiento mental que el tramposo tiene en su cabeza y que expresa emotivamente así.
El infiel de súbito es dependiente de que su pareja le afirme cuánto lo precisa, cuánto lo quiere. Tiene enormes adversidades de autonomía, lo que provoca que su pareja se sienta extraña, que puede comenzar a sentirse estresada y desconfiada.
Lapsus freudianos
A Sigmund Freud se le frecuenta atribuir la acuñación del término lapsus freudianos. Estos son fallos casuales que suceden a lo largo del charla, la escritura y los actos físicos. Asimismo llamada Parapraxis.
Freud pensaba que se genera un descuido en el momento en que un individuo afirma algo nuevo de lo que pretendía decir. Pensaba que revela deseos ocultos y pensamientos que son inconscientes.
Tiene mal genio y/o es defensivo
La táctica de estar de mal humor (o contestar violentamente a ocasiones que les incordian) es una manera de los infieles de sostener su reserva seguro y evitan que te quejes de ellos más adelante, lo que quizás solo haces para eludir la confrontación.
Los especialistas señalan que una relación mala o distante con la madre puede ser una señal clara de un hombre infiel, ya que sostener lejos a la figura femenina más esencial de su historia revela el sitio en el que tiene a la mujer por norma general.
¿Qué ocurre por la cabeza de un individuo infiel?
El cerebro de un individuo infiel pasa por múltiples etapas. La dopamina y la oxitocina actúan poderosamente y esto tiene efectos en la gente implicadas en la infidelidad. En etapas siguientes, la emoción se transforma en agobio conforme la corteza prefrontal gana la guerra para sostener en misterio la infidelidad.
La ley de causa y efecto del karma en el engaño señala que el infiel se hace mucho más daño a sí mismo que al engañado. Desde un criterio energético, ser traicionado, de uno u otro lado de la relación, puede deberse al pago de una deuda kármica.