Cítricos y kiwi. Los cítricos, como el limón y la naranja, poseen vitamina C que, entre varios de sus provecho, evita la sensación de cansancio y la sensación de tristeza. Además de esto, endurecen el sistema inmunológico.
El mal pertence a las realidades mucho más problemáticas de la experiencia humana, en tanto que reta nuestro sentido de búsqueda de paz y felicidad. El hombre tiende naturalmente a la alegría, pero el mal y el padecimiento semejan estimar oscurecerla. Varios aun estiman que la presencia del mal provoca que la vida pierda sentido y tratan de erradicarlo de sus vidas, pero con poco éxito. Y sucede que el mal es parte constitutiva de la naturaleza humana. Es algo intrínseco a nuestra condición, a nuestra naturaleza de seres finitos cognoscentes, a nuestra naturaleza de seres libres compuestos de cuerpo y alma racionales.
El mal y el padecimiento no tienen la posibilidad de ser excluidos de la vida humana, sin eliminar la vida humana misma, puesto que padecemos por ser lo que somos. C.S Lewis considera la oportunidad de un planeta en el que no permanezca el mal y asegura: «Tal planeta sería de semejante naturaleza que los actos injustos serían inviábles, pero por exactamente la misma razón se anularía el libre albedrío».
Nada semeja sacarte de tu depresión y te pasa factura
Es habitual sentirse triste en ocasiones. Pero salvo que estés deprimido, probablemente lo superarás tras unos días. Con la depresión, semeja que no puedes sentirte mejor sin importar un mínimo lo que procures.
Por poner un ejemplo, si tienes tristeza, puedes sentirte mejor observando un vídeo entretenido, pasando el rato con tus amigos o llevando a la práctica un pasatiempo. Si tienes depresión, ninguna de estas cosas cambiará la tristeza que sientes. En verdad, posiblemente te des cuenta que tus sentimientos complican tu vida diaria.
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno del estado anímico muy conocido y, tristemente, mucho más que se encuentra en la sociedad de lo esperado. Como bien entendemos, un estado anímico deprimido que se transforma en una nosología lleva a una baja autovaloración, tristeza, insomnio y melancolía, entre otros muchos síntomas. Todos nos hemos sentido de esta manera en algún instante de nuestras vidas, pero lo que les pasa a varias personas es que sencillamente no tienen la posibilidad de “escapar del orificio”.
Si atendemos al concepto oficial según la RAE, la definición de depresión es «un síndrome caracterizado por una profunda tristeza y también inhibición de las funcionalidades mentales, en ocasiones con trastornos neurovegetativos».
¿Qué llevar a cabo si andas triste?
- Llora si tienes ganas. La tristeza es una emoción como cualquier otra y tiene su función. Tienes derecho a sentirte triste y plañir si lo precisas. No es moco de pavo comprender qué realizar en el momento en que andas triste.
- Admite tu instante y date un respiro. Está bien, en ocasiones la manera más óptima de cambiar algo es admitirlo y dejar de combatir contra ello. No requerimos sentirnos contentos inmediatamente, cada desarrollo transporta su tiempo.
- No juzgues lo que sientes. El juicio que hacemos sobre nuestros sentimientos crea mayor malestar: “lo que debo sentir, lo que van a pensar el resto, lo que pienso que soy pues me siento de esta forma…”. Estar triste no nos afectaría tanto si no pensáramos que afirma algo sobre nosotros y nos aferráramos a ello; tenemos la posibilidad de verlo como una emoción que, como cualquier otra, en relación llega, se marcha.
- No te aísles. La inclinación a aislarnos ayuda a que nos sintamos aún peor en el momento en que nos encontramos tristes. Más allá de que es verdad que hay instantes en los que requerimos estar solos, comunicar instantes con otra gente nos distrae, nos hace meditar en otras cosas para no continuar nutriendo el sentimiento negativo.
- Háblalo, compártelo. En el momento en que estamos tristes no debemos pasar solos; Si lo procura, descubrirá que charlar de algo o desquitarse puede ser verdaderamente liberador. Siempre y en todo momento vamos a encontrar por lo menos UNA persona preparada para escucharnos: un amigo, un familiar, un popular, un profesional… ¡Hasta un períodico puede ser realmente útil!
- Tómate tu tiempo, ¿qué deseas realizar? A priori la contestación puede ser “nada”, la apatía se apropia de nuestro poder de resolución. Si esto sigue en el tiempo, detente y piensa con tranquilidad, ¿andas seguro de que algo no te viene a la cabeza? Las pequeñas cosas llenan nuestro día a día: un baño ardiente, una película, salir a caminar, charlar con un amigo, elaborar nuestro plato preferido, apuntarnos a una actividad… este género de ocupaciones nos asisten a sentirnos menos tristes.
- Protege tu fachada y también higiene personal. Dúchate, vístete y protege tu higiene personal. Prestar atención a algo tan básico es primordial, es cuidarnos a nosotros: si hay un individuo que no puede olvidarte, eres tú mismo. Además de esto, verse bien es aporta un beneficio para nuestro estado anímico.
- Sal a la calle. Si pasamos todo el día en nuestra burbuja, la atmósfera ocasionalmente se volverá desganada. Hay mucho más oxígeno ahí fuera, ¡sal ahí fuera y respira!
- Entablar una rutina. Esto nos transporta a ordenar nuestro día a día y no abandonarnos en la tristeza y la soledad.
- Ejerce deportes. Hacer deporte, aparte de asistirnos a desconectar y dejar en libertad conmuevas, provoca que generemos una sucesión de hormonas que nos asisten a sostener un estado anímico positivo en frente de la tristeza y la soledad.
- Concéntrate en el presente. “Lo hecho, hecho está”, semeja simple de decir pero no tenemos la posibilidad de regresar atrás para recobrar el tiempo o cambiar el pasado. No obstante, tenemos la posibilidad de centrar nuestra atención y esfuerzo en el ‘el día de hoy’, para explotar el tiempo y cambiar el futuro. Es esencial tener esto presente para batallar la soledad.
- Márcate pequeñas misiones del día a día o por semana para batallar la tristeza y la soledad. Esto causa que nos centremos en otros temas y prestemos menos atención a eso que nos preocupa. Basta de pequeños hechos reconfortantes, Roma no se edificó en un día. Comprobar y ver que los logramos anima y impulsa.
- Busca asistencia técnica. En el momento en que nos encontramos tristes, no tenemos la posibilidad de recuperarnos confiando solo en nuestro ambiente, pero eso no quiere decir que no haya salida. Tal como vamos al médico en el momento en que nos duelen los pies, ¿por qué razón no asistir al sicólogo en el momento en que nos duele el corazón?