Especificaciones que definen a la gente humildes Son conocidas y reconocidas. Conocen tanto tus fortalezas como tus debilidades. Valoran el trabajo y el ahínco. Tanto la tuya como la del resto. Escuchan distintas críticas y las tienen presente. Se manifiestan de forma asertiva. Respetan y son respetados.
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Ejemplos de acciones humildes
Estudiar a ser humilde, pese a ser entre las virtudes mucho más complejas, te va a ayudar a vivir una vida bastante superior. Aquí existen algunos ejemplos de humildad para interiorizar mejor el término:
- Reconoce tus propias debilidades.
- Tratar a el resto por igual y no despreciar a absolutamente nadie
- Comunicar vivencias y entendimientos.
- Estar presto a rendirse.
- Entender percibir.
- Ofrecer encomios francos a el resto.
- Revela lo destacado de cada uno de ellos.
- Ser útil a el resto desinteresadamente.
- Gana sin ridiculizar al perdedor.
- Solicita excusas en el momento en que cometas un fallo.
- Solicita la opinión de un compañero sobre un tema concreto.
- No insistas en los logros
- Reconoce a quienes te asistieron a medrar personal o profesionalmente.
- Aceptar en el momento en que algo no se comprende.
- Corroborar fallos.
- No te compares innecesariamente con el resto.
- Comprender perder y felicitar al contrincante ganador.
- Acepta que te equivocaste.
- Admite que siempre y en todo momento puedes estudiar algo nuevo.
Ejemplos de conducta humilde
- Comprender disculparse. Entre los actos en los que mucho más se refleja una actitud humilde es al disculparse. En el momento en que alguien cometió un fallo, no actuó de forma responsable u olvidó (por ejemplo causas), tiene la posibilidad de desdecirse y disculparse con quien sea. Al decir «lo siento» el sujeto se reconoce como un ser con limite que puede cometer fallos.
- Pierde el temor a confundirte. La única forma de lograr las misiones es tomar peligros, a sabiendas de que el fracaso es una oportunidad. El que se anima a arriesgarse y cometer fallos es humilde en el momento en que comprende que no posee el control de todo y que hay la oportunidad de que las cosas no salgan como se estima.
- Admitir críticas edificantes. Habitualmente, un individuo del círculo íntimo o alguien que conozca un tema o especialidad puede corregir o aconsejar. Recibir consejos o críticas edificantes con integridad y buena predisposición es un acto de humildad, pues supone aceptar las propias debilidades y enseñar apertura a la opinión del resto.
- Solicita asistencia. En el momento en que es precisa la colaboración de otro u otros en distintas puntos y campos de la vida, es esencial desarrollar el hábito de poder soliciar asistencia (en el momento en que se agotan los propios sacrificios o habilidades). Al soliciar asistencia, el sujeto se expone como un ser con restricciones y que está abierto a recibir lo que le falta y lo que el otro le puede ofrecer.
- Admitir y agradecer a quienes asistieron con el avance de capacidades. De forma frecuente hay personas que asisten a poder misiones u objetivos. En estas situaciones, es esencial admitir el aporte de estas personas y darle las gracias todo cuanto han brindado. Admitir las habilidades del resto es una manera de enseñar humildad.
- Admítelo en el momento en que hay algo que no comprendes. En las situaciones en que no se comprenda un concepto o algo que hay que realizar, es esencial integrar una actitud de humildad, tal es así que consigas realizar comprender a el resto que no has comprendido y solicitarles que te expliquen nuevamente.
- Admitir las propias faltas o fallos. Frecuentemente, los humanos cometemos fallos y, en estas situaciones, es esencial aceptar los fallos y (si corresponde) soliciar perdón o llevar a cabo todo lo que es posible para arreglar el daño, si se ha producido. Admitir los fallos es un acto de humildad. Al aceptar un fallo, el sujeto puede estar mucho más atento para intentar no repetirlo más adelante.
- Preguntar la opinión del resto sobre distintos temas. En instantes en que se tienen que tomar resoluciones o se tienen que tomar medidas, puede soliciar su opinión a otra gente en las que confíe. Soliciar críticas es un acto de humildad pues la persona está abierta a recibir otros puntos de vista sobre un tema.
- No te compares a ti ni a el resto. La humildad no significa no tomar en consideración los logros o características de uno, sino más bien reconocerlos de la misma los fallos y comprender que cada uno de ellos tiene sus fortalezas y debilidades. Cada individuo es única y también irreproducible y en consecuencia un individuo no puede equipararse con otra.
- Ofrecer crédito a los auténticos autores de un concepto. Al usar la iniciativa o el proyecto de otra persona, es esencial conocerlo y no llevarlo a cabo pasar por propio. La humildad supone admitir en el resto sus características y sus éxitos y conquistas, y que esto no despierte un sentimiento de envidia, sino más bien de admiración y también inspiración.
- Comprender perder en las distintas situaciones de la vida. Tanto ganar como perder son ocasiones ineludibles en la vida humana. Un individuo humilde es aquella que sigue apacible y centrada tanto en ganar (sin frotar sus triunfos) como en perder (sin agredir a los triunfadores).
- Admite que siempre y en todo momento hay mucho más que estudiar. El saber es un campo muy extendido y complejo y como los humanos tienen una naturaleza limitada, jamás tienen la posibilidad de comprender todo sobre el planeta. Ser humilde es entender que no todo conocimiento se puede emprender y que siempre y en todo momento va a haber algo que estudiar.
- Comparte los entendimientos aprendidos. En el momento en que aprendes algunas cosas, puedes adoptar una actitud humilde en el momento en que eres con la capacidad de instruir a quienes lo desean o lo precisan. Rememorar que estabas en la situación de aprendiz y estudiante asiste para desarrollar una actitud humilde hacia la sabiduría y la experiencia conseguida.
- No presumas de tus éxitos. Un individuo humilde es aquella que conoce sus restricciones, pero asimismo sus características y sus aciertos. Comprender los éxitos o misiones alcanzadas es primordial para lograr gozarlos y compartirlos, sin que ello suponga un sentimiento de superioridad sobre otra gente.
- Sé complacido. Entre las primordiales reacciones que reflejan la humildad de un individuo es la gratitud. Al ofrecer gracias, el sujeto se reconoce a sí mismo como una parte de algo mucho más grande y acepta que hay cosas que están fuera de su control y alcance y que las ventajas recibidos han de ser valorados. El hombre es un organismo que vive en sociedad y la sociedad supone el trabajo grupo de sus integrantes. La gratitud es una manera de admitir las propias restricciones y ofrecer crédito a quienes asistieron en la búsqueda de una misión.
- Estar presto a percibir a el resto. La escucha es primordial para la vida en sociedad y de cara al desarrollo de vínculos auténticos y equilibrados. Un individuo humilde es aquella que sabe que cada humano tiene una manera individual de ver el planeta y que puede estudiar de las críticas y también interpretaciones del resto. Estar en actitud de escucha supone silenciar lo de adentro para dejar espacio a lo de afuera.
- Apreciar a quienes tienen la capacidad en un tema y soliciar asistencia. Es esencial admitir la carencia de conocimiento sobre algo y ser humilde para asistir a personas que conocen bien un preciso tema. Expresar ignorancia o falta de capacidad es humillante.
- Saber las propias habilidades. Entre los argumentos de la humildad es entender las propias habilidades y el fruto o éxito que da el ahínco. Es esencial gozar y comunicar las propias capacidades o virtudes, sin que ello implique menoscabar las capacidades o especificaciones del resto. Entender las propias habilidades forma al sujeto a fin de que asimismo logre apreciar las habilidades del resto.
- Aprende de tus fallos. La humildad reconoce la imperfección humana y por consiguiente la inclinación a errar y errar. Los fallos siempre y en todo momento van a ser algo intrínseco a la naturaleza humana y, si bien habitualmente es imposible regresar atrás, los fallos tienen la posibilidad de ser útil de lección para el futuro. Un individuo que puede utilizar los fallos como profesor es un individuo que admite su imperfección y la emplea a favor suyo.
- Admitir las ideas y críticas del resto. Entre las claves de toda relación humana es comprender percibir y admitir las ideas del resto, si bien no estés según ellas. La persona humilde es la que reconoce la variedad y también igualdad de la gente, no las equipara y, por consiguiente, sabe que todas y cada una de las ideas y críticas son válidas y han de ser reconocidas y escuchadas.
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Lo que ha dicho Jesús sobre la humildad
Jesús charló bastante sobre la humildad y lo esencial que es proseguirlo. En Mateo 11:29, Jesús afirma: “Llevad mi yugo sobre nosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis reposo para vuestras ánimas.” Jesús asimismo ha dicho en Mateo 18:4: «Conque, cualquier persona que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos».
Jesús enseñó que debemos llevar a cabo todo lo que resulta posible para humillarnos a nosotros a fin de que tengamos la posibilidad recibir el favor de Dios. Debemos buscar siempre y en todo momento la humildad, puesto que es una virtud que gusta a Dios.
¿Qué es la humildad?
La humildad es una cualidad que supone el desapego de las cosas materiales y la asiste para el resto. Por consiguiente, se encuentra dentro de las características mucho más valiosas que tiene la posibilidad de tener un individuo, y una virtud fundamental en el momento de vivir en sociedad.
Un individuo humilde es con la capacidad de enseñar modestia y dejarse de lado para proteger del resto. Un individuo humilde no es egoísta ni egocéntrica, no se enfoca en sí y sus logros ni busca sobresalir del resto. De esta manera, sus acciones son objetivas y no se deja llevar por lo subjetivo.
No presumen de sus logros
A estas personas no les agrada alardear de sus logros. No es muy probable que charlen de sí mismos, singularmente públicamente y con personas a la suerte. En verdad, sienten vergüenza de ser reconocidos por sus éxitos.
Aparte de no charlar de sí mismos, la gente humildes no presumen de sus logros en las comunidades. Es extraño que publiquen sobre su historia personal por el hecho de que les agrada vivir una vida prudente. Piensan que las cosas mucho más esenciales de la vida se gozan mejor en privado.
«Creo que la humildad no se trata solo de acciones, sino también de actitudes internas.»
Estoy en desacuerdo contigo. Creo que la humildad se refleja en nuestras acciones y actitudes externas, no solo internas. No basta con pensar en ser humilde, sino en serlo de verdad en nuestro trato con los demás.
La humildad es una virtud que nos hace mejores personas. ¡A practicarla todos los días!
¡Qué interesante artículo! Creo que la humildad se demuestra más en acciones que en palabras. ¿Estás de acuerdo?
¡Vaya artículo interesante! Creo que la humildad es clave para construir relaciones sinceras. ¿Qué opinan ustedes?
¡Wow, este artículo sobre la humildad me hizo reflexionar mucho! ¿Creen que ser humilde es más difícil que ganar la lotería?
¡La humildad es clave para el éxito! ¿Pero qué pasa si eres humilde pero también ambicioso? ¿Es posible?
Creo que la humildad es más que solo acciones, también se trata de actitud y valores.