¿Cuántos dueños tiene un gato? Ninguno. Como afirmábamos antes, los gatos no tienen dueños ni amos, tienen compañeros con los que distribuyen su historia.
En la civilización habitual diríase que los gatos escogen a sus dueños, en contraste a los perros que son seleccionados por sus dueños; ¿Qué tan real es esto? En el momento en que adoptamos un gato, acostumbramos a elegirlo por las peculiaridades que nos agradan de él, así sea pelaje, color, personalidad, pero… ¿de qué forma escogen los gatos a sus dueños? No es extraño oír historias de gatos que llegaron a los hogares y se han instalado en ese sitio. Acostumbran a enseñar prioridad por un individuo o familiar, exactamente la misma nosotros, escogen a sus dueños basado en su carácter, accionar y trato hacia ellos.
El respeto y la seguridad recíproca son pilares escenciales en cualquier relación humano-mascota, el gato va a sentir una conexión sensible con la persona que le dedique el tiempo, el cariño y los cuidados precisos para su confort. Es esencial apuntar que los gatos no nos ven como sus dueños, sino más bien como iguales, en consecuencia, si no se sienten cómodos con nosotros, tenderán a evitarnos o aun tienen la posibilidad de tener reacciones violentas si la insatisfacción es absoluta, lo que de ahí que se aconseja no forzar en modo alguno.
Gatos y dueños si la gata es hembra
Las hembras tienden a ser mucho más cariñosas que los machos, aparte de ser mucho más atentas. Son muy sociables con la gente, pero no se aproximen a otros gatos salvo que sea completamente preciso.
Las gatas pasan mucho más tiempo con su dueño, pero asimismo son considerablemente más recelosas y protectoras, singularmente en el momento en que empiezan una relación con su nuevo dueño. En el momento en que perciben un cambio de ámbito, se sienten conminados, se preocupan dejar el ambiente familiar y seguro. Tras esta primera etapa de desconfianza, el cariño por su dueño va a aumentar de forma rápida.
¿Los gatos callejeros escogen a sus dueños?
Peer ReviewDermatologíaDermatología felina: los gatos no son perritosEdición: noviembre/diciembre de 2013El trabajo de un gato en la vida es cuestionar todas y cada una de las reglas y realizar que los veteranos como los dueños de mascotas nos rasquemos la cabeza y preguntemos por qué razón se comportan de determinada forma o llevar a cabo las cosas que hacen.
No es extraño que los gatos nos hagan sonreír levemente en el momento en que nos ofrecemos cuenta, de nuevo, de que nos llevaron por un sendero de diagnóstico difícil hasta el momento en que al final llegamos a él. ¿Cuántos dueños llegan a su clínica con un gato calvo y la declaración de apertura: «Jamás he visto al Sr. Miau picoteando o aseándose; termina de llegar a casa del trabajo y perdió mucho más pelo!»