Los desencadenantes más frecuentes de la tristeza tienden a ser: La pérdida de un individuo, objeto o misión importante. La experiencia de una situación desfavorable.
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Terapia
La tristeza no necesita terapia, solo tiempo, sanar lesiones, regresar a la rutina y continuar adelante con el acompañamiento de amigos y familiares. No obstante, la depresión siempre y en todo momento precisa régimen, y lo antes posible se advierta, mejor. De ahí que es tan esencial estar alerta y accionar lo antes posible si nos ofrecemos cuenta de que algo no va bien, pasan las semanas y las situaciones no mejoran.
Ten en cuenta que por más que deseamos contribuir a un individuo cercano con depresión, como con algún otro inconveniente psicológico, el cariño que nos profesamos, por sí mismo, no es bastante. La asistencia técnica asimismo es primordial para lograr sanar y arreglar tus inconvenientes. Así, vas a deber asistir a un sicólogo o psiquiatra y, desde ahí, vamos a poder continuar las pautas que nos den y ofrecerte todo el acompañamiento para superarlo.
¿Cuándo charlamos de depresión?
No obstante, en la depresión, estas malas intenciones se vuelven omnipresentes, tienen una intensidad alta y complican la vida día tras día (familiar, popular, laboral, escolar, deportiva…). Quienes sufren depresión no están tristes, están tristes, pero es una tristeza cualitativa y cuantitativamente diferente, que les limita y también inhabilita en su desempeño. Es desproporcionado. Si bien asimismo hay situaciones en los que este síntoma no actúa y prevalecen otros como la apatía y la desgana. Sí, has leído bien, asimismo hay depresiones sin tristeza.
De todas formas, la depresión es una patología complicada con una extensa variedad de síntomas, entre ellos cariñosos (tristeza, ansiedad, irritabilidad, mal humor, desesperanza…), cognitivos (adversidades de atención y concentración, memoria, resolución- elaboración y planificación, etcétera.) y físicos (fatiga, cambios de apetito y peso, modificaciones del sueño, problemas, inconvenientes estomacales…). Estos síntomas están presentes prácticamente a lo largo de todo el día y tienen un encontronazo importante en la vida día tras día.
Depresión vs. ¿tristeza?
La tristeza aparece de una situación concreta y real, como la separación de una relación cariñosa, la desaparición de un individuo cercano, la pérdida del trabajo, adversidades económicas, por ejemplo. En el momento en que nos encaramos a ocasiones que alteran el ambiente al que nos encontramos familiarizados, experimentamos sentimientos de melancolia, frustración, furia y, a veces, apatía. No obstante, tras un tiempo, que es dependiente del género de situación agotador a la que nos enfrentemos, estos sentimientos van desapareciendo hasta el punto de no experimentarlos e inclusive poder rememorar el acontecimiento agotador sin rememorar esos sentimientos.
La depresión se distingue de la tristeza como un trastorno afectivo donde hay pérdida de interés o exitación en alguna actividad común al avance del sujeto sin detectar una causa concreta o real que crea esa apatía.
😭 Yo asimismo tengo ansiedad y deseo plañir
Si la situación desfavorable que nos hace tristeza nos abruma y nos arrastra, es completamente lógico que tengamos ganas de plañir.
Además de esto, se tienen la posibilidad de producir aun capítulos de ansiedad, con síntomas como contrariedad para respirar, mal torácico, mareos, vómitos, agitación motora o irritabilidad.
Plañir
En el momento en que la tristeza te ocupa, la mejor forma de expresarla es llorando. Plañir, nada más y nada menos.
Es alarmante que entre los mayores no es bien difícil hallar personas que jamás lloran, lo que hace difícil expresar su tristeza.