El inconsciente es el nivel donde están todos y cada uno de los contenidos, conmuevas, deseos, ideas, experiencias y enfrentamientos reprimidos que no tienen cabida en la conciencia, ya que su intensidad genera desagrado (padecimiento) a la persona al recordarlos, ya que esto los refrena y quedan ocultos en…
La interpretación de los sueños de Sigmund Freud
O lo que es exactamente lo mismo: Del sujeto de la razón al sujeto del inconsciente…
Pensando en las distintas coordenadas bajo las que puede pensarse el sujeto de la negatividad, hablamos aquí a indicar esta otra forma de meditar el sujeto alén del estatuto moderno donde se representa a sí mismo cerrado y autosuficiente y enmarcado en una economía racional y teleológica. La cuestión del sujeto, ya que, lejos de ser una cuestión superada, regresa y regresa aun bajo figuras que lo detallan descentrado de sí, alienado o alienado con relación a su mismidad. Quizás sea un caos del sujeto poco a poco más similar a eso que lo pausa, lo desgarra, lo abre a su oportunidad y también imposibilidad.
La mayor parte de las matrices del pensamiento popular y político edificaron sus argumentos teóricos cerca de la iniciativa de un sujeto indiviso y siendo consciente de sí mismo. El sujeto histórico (podríamos decir tanto desde el marxismo como desde las teorías del avance histórico y de la modernización) se reflejaba desde el pensamiento racionalista estrenado por el cogito luego sum cartesiano que fundaba al sujeto en relación con la capacidad de autoconciencia y reflexión. Va a ser desde el campo del comprender médico y siquiátrico, mucho más exactamente desde los estudios sobre la histeria completados por Freud a objetivos del siglo XIX, que la psicopatología del sujeto revelará su paradójica experiencia de constitución, minando de esta manera los postulados epistémicos de la sujeto moderno. , centrado en sí y en su representación de todo el mundo.
Ejemplo de ego, id y superego
Al tratarse de abstracciones, útiles para interpretar la conducta y reforzar en ella, es bien difícil prestar ciertos ejemplos de estas tres instancias psíquicas, pero muy extensas , se puede decir que:
- Las ocasiones de agresión hacia el otro o de enfrentamiento popular explícito tienen la posibilidad de proceder de uno mismo, en el afán de territorializar la verdad, intentando siempre y en todo momento con los otros de forma proyectiva.
- Los complejos de culpa y las autoexigencias insatisfactorias, por servirnos de un ejemplo, acostumbran a proceder del superyó, como una instancia de conducta punitiva y vigilante.
- Las pulsiones de vida y muerte que semejan proceder de lo mucho más profundo de la psiquis y que frecuentemente conducen a formas de proceder recurrentes acostumbran a proceder del ello.
- Los sueños son interpretados por el psicoanálisis como una manifestación enigmática del contenido del ello, que consigue simbolizarse de manera desorganizada.
- La realización de deseos y fantasías mediante la negociación con la verdad es una labor llevada a cabo por el yo, hostigado por las demandas del ello y por las regulaciones del superyó.
Lo que controlaba la vida de vigilia, en el momento en que la vida psíquica era aún muy joven y costosa, en este momento hace aparición recluída a la vida de nochea, de la misma las armas primitivas de la Humanidad, el arco y la flecha, se convirtieron en juguetes para pequeños. Soñar es una sección superada de la vida mental infantil.
Los deseos inconscientes asimismo acostumbran a predominar a lo largo del día. La censura entre Inc. y prec. Es el cuerpo el que candela por nuestra salud psicológica. A lo largo del reposo, la censura amaina, pero continúa vigilante y cierra el ingreso a la motilidad, tal es así que los deseos inconscientes son inofensivos.
Estos deseos inconscientes reprimidos están siempre y en todo momento activos y siempre y en todo momento completados para localizar expresión tan rápido como tienen la posibilidad de aliarse con un sentimiento que llega del consciente y trasladarle su mayor intensidad. Estos deseos son indestructibles.