Crea endorfinas, combate el agobio y hace más fuerte el sistema inmunológico. Nos asiste a integrarnos y hacer mas fuerte los nudos en un conjunto popular, con lo que se puede decir que el chisme puede hacer mas fuerte nuestra comunicación con algunas personas que tienen exactamente los mismos intereses en sus diálogos.
«No me agrada el chisme, pero me divierte» es la oración habitual que utilizamos para justificar que somos chismosos y nos atrae, en el más destacable sentido. Las mujeres son llamadas chismosas, si bien asimismo se conoce que los hombres lo son. La diferencia radica en que ellos no llaman a eso que hacen “chimentos”; Lo llaman redes. El chisme tiene una connotación negativa pues de manera frecuente se emplea para herir a la gente. No obstante, a nivel científico comentando, sin chimentos, la sociedad habría desaparecido.
La palabra “chisme” procede del latín schisma, que significa “separación”, pero en inglés viejo, su semejante chisme procede de la palabra godsibb o “dioses hermanos”. En el siglo XVIII significaba «personas vinculadas en Dios» o esos que son nuestros padrinos. La palabra chisme se acuñó para referirse a las diálogos íntimas de la gente con sus amigos y socios mucho más próximos. Esto incluía a hombres que salían a tomar con sus amigos e inclusive mujeres que asistían a otros a lo largo del parto. Interesante verdad? Otro concepto que se le asigna a esta palabra en inglés es «to be friends with».
¿Por qué razón nos resultan de interés las celebridades?
Los humanos nos encontramos programados para estar preocupados por la vida de la gente que son amigos, contrincantes o familiares. Los estudiosos llaman a estas personas «socialmente esenciales». Pero, ¿por qué razón nos preocupamos por personas reconocidas que jamás conocimos?
«Lo que sucede es que nuestros cerebros cavernícolas no están pertrechados para lidiar con esto (la comunicación actualizada). En ese entonces, si sabías bastante sobre alguien, por definición, era socialmente esencial para ti», ha dicho McAndrew. .
¿Vas a cotillear?
De esta forma, el chisme tiene la función popular de unirnos, hacer red social, estrechar nudos y entablar valores, pero, además de esto, diríase que asistencia al cerebro a producir endorfinas y, con esto, a achicar el agobio. .
Por otra parte, el chisme existe ya hace siglos, y si bien fué rechazado, descalificado y satanizado, no solo no ha desaparecido sino aun lo hemos perfeccionado, años de avances en tecnología al servicio de ¡chisme! ! Y todos, desde el mucho más prominente hasta el mucho más argüendero, estuvimos en algún instante en entre los rincones del chisme: inventándolo, difundiéndolo, escuchándolo o tolerando las secuelas. Pues a todos nos chifla percibir una aceptable historia de, “Y que me sale y que le digo…”, pero bueno, todos lo van a saber, pues… ¿quiénes somos nosotros para evaluar?
¿De qué manera lidiar con los chimentos?
Desiree Jiménez explicó que hay que tratar en dependencia de la persona y buscar asistencia técnica para manejarla.
Señaló que una manera de asistirlo asimismo sería negarse a ser receptor de sus chimentos y también inventiva, por el hecho de que cuantos menos receptores y audiencia tenga, menos va a poder contar.