Jesús ha dicho en Mateo 15:19 ?Por el hecho de que del corazón van los pésimos pensamientos, los asesinatos, los adulterios, las fornicaciones, los latrocinios, los falsos testimonios, las blasfemias?.
«Por el hecho de que del corazón van los pésimos pensamientos, los asesinatos, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias» (Mateo 15,19).
En el versículo previo, el Señor Jesús mencionó que hay 7 cosas que van del corazón, y no fue por al azar, pues en la Biblia el número 7 representa un todo. Deseaba decir que todo lo malo en un humano viene de su corazón. Esta es la raíz del mal, pues de ella surgen el odio y el resentimiento.
Qué esencial es nuestro corazón
Los versos precedentes nos detallan que nuestro corazón hace considerablemente más de lo que tenemos la posibilidad de imaginar. Aparte de sentir la extensa selección de conmuevas humanas, nuestros corazones opínan, deciden y perciben el bien del mal.
En este momento observemos 2 causas por las que la función de nuestro corazón es tan esencial.
Lo que afirma la Biblia sobre el corazón humano
La Biblia afirma bastante sobre el corazón humano. En Proverbios 4:23, se nos comunica que «Más que nada protege tu corazón, pues de él mana la vida». Esto quiere decir que debemos resguardar nuestro corazón, pues de él afloran todas y cada una nuestras actitudes y pensamientos. Mateo 15:19 afirma: «Por el hecho de que del corazón van los pésimos pensamientos, los asesinatos, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios y las blasfemias». Esto nos enseña que el corazón es de donde surgen todos nuestros pésimos pensamientos y acciones.
En Lucas 6:45, Jesús afirma “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca el bien; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca el mal; pues de la abundancia de su corazón charla su boca.” Esto nos enseña que lo que sale de nuestra boca es una revelación de lo que está en nuestro corazón. Mateo 12:34-35 afirma: “Escuchadme todos: el que charla mal de otro, mal charla de sí; el que charla bien, charla bien de sí. De la abundancia del corazón charla la boca”. Esto nos enseña que si charlamos bien del resto es pues poseemos el corazón lleno de amor y amabilidad. tixagb_7)