Saltar al contenido

Que decía Nietzsche sobre Jesús

Friedrich Nietzsche Aun de esta manera, Nietzsche mencionó que Jesús había sido «el único católico verdadero». Muestra a un Cristo cuya propia vida personal consistió en «bendecir en la paz, en la mansedumbre, en la incapacidad de la enemistad».

Un inconveniente: el ateísmo como intento fallido

Pero si el cristianismo da vitalidad, hermosura y afirmación plena de la carne y de la tierra, ¿por qué razón cada vez hay menos cristianos en nuestra Europa y mucho más en concreto en nuestra España, ¿por qué razón semeja que se está propagando el ateísmo? Una contestación puede hallarse no solo en la apelación a la independencia individual que Dios nos dió, sino más bien asimismo en la asunción cultural –y en ciertos casos eclesial– del pensamiento antropocéntrico. Hemos creído, con L. Feuerbach, que la revelación cristiana es mucho más una proyección de los deseos del alma humana que una genuina revelación, esto es, hemos creído que las expresiones y las promesas de Dios no son verdaderamente fruto de la libre idea de Dios, sino más bien creaciones humanas que, en el más destacable de las situaciones, brotan de los deseos humanos de la (ineludible) conciencia religiosa. De esta forma, negamos la condición de oportunidad de la vida de fe: que Dios haya realmente hablado y también históricamente liberado al humano y que se haya revelado terminantemente en Jesucristo.

En todo caso, la modernidad ilustrada no tuvo bastante presente que, como supo conceptuar el pensador español X. Zubiri, el hombre, lo desee o no, está relacionado a lo absoluto, lo que le transporta erigirlos para nuevos ídolos aun en el momento en que se considere ateo, aun en el momento en que se crea seguro de los viejos dioses: la razón, el espíritu, la ciencia, la nación, la raza, el estado, el partido, la clase revolucionaria, el capital, el mercado, la tecnología. , y asimismo ciertas supuestamente mucho más nobles a los ojos de alguno de nuestros contemporáneos, como el avance (con el permiso de W. Benjamin y, más que nada, de las víctimas), la democracia (o mucho más bien: la intención de la mayor parte partitocrática) o la sin limites aspiración divina del yo. No es necesario haber leído solo una línea de B. C. Han, el muy elegante pensador surcoreano, con poca introspección, para sentir las eternas marañas del yo que le hurtan la tranquilidad a un ritmo vertiginoso: la popularidad o los deseos, el poder de dominación o predominación, activismo clásico o digital, dominación o la ineludible autoexplotación laboral seguida del agotamiento, dinero o el consumismo desenfrenado de un treintañero poco mucho más que mileurista.

10 comentarios en «Que decía Nietzsche sobre Jesús»

    1. No comparto tu entusiasmo por la perspectiva de Nietzsche sobre Jesús. Me parece que hay otras interpretaciones más fundamentadas y respetuosas. Pero, al final del día, cada quien tiene su opinión. ¿Qué piensan los demás?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *