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Qué dice Efesios 5 25

Por el hecho de que absolutamente nadie ha aborrecido nunca a su carne, sino la mantiene y la protege, tal como Cristo hace con la iglesia, por el hecho de que somos integrantes de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. De ahí que dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los 2 van a ser solo una carne.

En ocasiones nos preguntamos sobre todos y cada uno de los consejos que la Santa Biblia tiene para ofrecernos. ¿Qué afirma la Biblia sobre el matrimonio y la familia? La contestación es que la Biblia afirma cosas increibles sobre el matrimonio y la familia. Por medio de este estudio bíblico sobre la familia vamos a poder entender que el cariño verdadero ha de estar que se encuentra en el matrimonio y en la familia.

(Efesios 5:33.) Pero todos nosotros ame asimismo a su mujer como a sí mismo, y la mujer respete a su marido.

Amor sin salvedad

Paul regresa en este momento a su tema original de la relación entre marido y mujer (señalado por el “En todo caso”) y da un comprendio final. En esta ocasión, no obstante, se dirige primero a los maridos («Quiere cada uno de ellos a tu mujer como a ti»), realizando su súplica con énfasis personal («Cada uno de ellos»). Un enfoque tan fuerte en el sujeto destaca que Pablo espera que cada marido (y mujer) adopte en lo personal estos estándares divinos. En esencia, Pablo está aseverando que absolutamente nadie está exento de almacenar aplicadamente estos mandamientos. La exhortación al marido de querer a su mujer como a sí mismo es afín a las exhortaciones precedentes de Pablo (Efesios 5:25, 28). El cargo por la mujer, no obstante, es un tanto diferente. Al paso que antes se exhortaba a las esposas a someterse a sus maridos, aquí se les exhorta a respetarlos («que la mujer respete a su marido»). El verbo traducido como «respeto» (phobeomai) de forma frecuente en nuestro idioma sería «miedo» en el Nuevo Testamento. La iniciativa en este contexto no es terror, sino más bien miedo apoyado en la situación de autoridad dada por Dios al marido. Asimismo tenga presente que no hay condiciones socias con estos comandos. Un marido debe querer a su mujer, sin importar un mínimo si ella se somete de manera voluntaria a su liderazgo. También, la mujer debe someterse y respetar a su marido, así sea que él la ame o no como Cristo amó a la iglesia.

Este producto es una adaptación del libro ESV Expository Commentary: Ephesians-Philemon (Volumen 11) editado por Iain M. Duguid, James M. Hamilton Jr. y Jay Sklar.

Esposos, amen a sus esposas y cumplan su papel

Para comprender este orden divino, primero es requisito comprender exactamente en qué radica el papel bíblico del hombre

  • El hombre es la cabeza de la mujer:

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