4 Deléitate en Jehová, y él te concederá los deseos de tu corazón. 5 Confía al Señor tu sendero y confía en él, y él lo va a hacer. 6 Y vuestra justicia se manifestará como la luz, y vuestra justicia como el mediodía.
Deléitate en el SEÑOR, y él te concederá los deseos de tu corazón. Cánticos:37:4
Reflexión El Señor nos sugiere ir a disfrutar en Él. Recrearse y recrearse en Él es vivir de conformidad con Su palabra y llevarlo a cabo con alegría de corazón.
Deléitate en las excelencias del Señor nuestro Dios
Todos nos encontramos inclinados a contemplar a nuestros héroes. Tanto si eres deportista, músico o artista, nos atrae proseguir tus logros. Pero Dios nos creó con el deseo de maravillarnos de todas y cada una de las maravillas de quién es Él y de Su increíble excelencia. Ver a un individuo para cumplir ese deseo dado por Dios jamás va a traer verdadero deleite o satisfacción.
Deléitate en las excelencias del Señor nuestro Dios
Todos nos encontramos inclinados a contemplar a nuestros héroes. Tanto si eres deportista, músico o artista, nos atrae continuar tus logros. Pero Dios nos creó con el deseo de maravillarnos de todas y cada una de las maravillas de quién es Él y de Su increíble excelencia. Ver a un individuo para cumplir ese deseo dado por Dios jamás va a traer verdadero deleite o satisfacción.
Note que “el dios de este planeta ciega el comprensión de los descreídos, a fin de que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el que es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). Entonces su deseo de venerar siempre y en todo momento se transformará en idolatría de un individuo o sistema de opiniones salvo que el Espíritu Beato le abra los ojos a la realidad. Sea humilde al estimar la observación de Pablo en 1 Corintios 6:11: «Esto erais ciertos de nosotros». (Toma una respiración profunda. Deja que eso te acompañe momentáneamente. ¡Diviértete con qué increíble es Dios que abrió tus ojos a tu necesidad de un Salvador!)
Goza del enorme amor de nuestro Señor por ti
Jesús me quiere, eso lo sé… Quizás has estado oyendo esto tu vida, conque ha perdido su concepto para ti. En mucho más de 30 años como mujer de pastor, mi marido y yo hemos descubierto que ciertas personas mucho más bien difíciles de lograr con el Evangelio son aquellas que nacieron en la iglesia pues no aprecian el espectacular amor de Dios por ellos. De alguna forma captan la iniciativa: Naturalmente que Dios me quiere. Estoy en mi derecho a ser amado por Él por el hecho de que soy una aceptable persona y he asistido a la iglesia mi vida.
Para ser sincero, yo era uno de esos pequeños. Si bien Dios convirtió a mi familia en el momento en que mi padre vino a Cristo, como católico de segunda generación, no me conmovió la transformación. Medrando en la iglesia y asistiendo a academias cristianas, era apático al inexpresable amor de Dios por mí. Quizás usted tiene la posibilidad de tener relaciones?