28 Tras cada tres años, tomaréis todos y cada uno de los diezmos de nuestros modelos de ese año y los almacenaréis en vuestras ciudades.
El artículo mencionado debe ver con un segundo diezmo que debía dar el pueblo de Israel. El hombre de Israel se encontraba obligado a tomar su diezmo, así sea de grano, vino, aceite, las primicias de los rebaños o ganado, y llevarlo consigo al sitio donde se encontraba el tabernáculo o templo, y allí comerlo con su familia. . Pero ¿qué pasaba en el momento en que el hombre de Israel vivía lejos del sitio donde se encontraba el tabernáculo o templo?
Habría sido realmente difícil y también problema para el hombre de Israel tener que caminar tanto con su familia y su diezmo de artículos o animales a la espalda. Si es de esta forma, la ley de Moisés dejaba al hombre de Israel vender su diezmo en el sitio donde habitaba, así sea grano, vino, aceite, o las primicias de sus ovejas, o ganado, tomando el dinero producido de la venta, y almacenar ese dinero para llevarlo al sitio donde se encontraba el tabernáculo o templo. ¿Qué debía llevar a cabo el hombre de Israel en el momento en que va a llegar al rincón donde se encontraba el tabernáculo o templo, con el dinero por el que había vendido el diezmo en el sitio lejano donde vivía? No obstante, aquí reside precisamente lo que fue objeto de vuestra solicitud y lo que se ha tergiversado, diciendo que significa que lo que se da a Dios hay que nombrarlo, a fin de que Dios se fuerce a otorgar lo que se quiere. Moisés instruyó a los hombres de Israel a emplear el dinero de la venta del diezmo para obtener todo cuanto les encantaría comer enfrente de Jehová su Dios.
Génesis 4:4
Abel asimismo presentó a Jehová lo destacado de su rebaño, o sea, las primicias con su grosura. Y el Señor miró favorablemente a Abel y su ofrenda.
¡Uy de nosotros, profesores de la ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima una parte de sus condimentas: menta, anís y comino. Pero descuidaron los temas mucho más esenciales de la ley, como la justicia, la clemencia y la lealtad. Deberían haber practicado esto sin desatender aquello.