8 Pues por felicidad sois salvos a través de la fe; y eso no es de ustedes, por el hecho de que es don de Dios; 9 no por proyectos, a fin de que absolutamente nadie se gloríe.
Entre los contenidos escritos de prueba que los protestantes citan con frecuencia para proteger su doctrina sola fide – que somos justificados solo por la fe – es Efesios 2 8-9. De este modo se lee en las Escrituras:
Pues sois salvos de forma gratuita por la fe; y eso no viene de nosotros, es don de Dios; ni de proyectos, a fin de que absolutamente nadie se gloríe.
Contenidos
REFERENCIAS
Mounce, William D. (1993), Argumentos del heleno bíblico (Grand Rapids, MI: Zondervan).
Examinando el artículo
El artículo heleno da una pista bastante clara de a qué tiene relación (es solo la teología de alguien que tiende a interponerse en el sendero). Hay una variación textual aquí, pero no es importante para la discusión. La variación está en el artículo mayoritario y se va a marcar aquí con asteriscos, de este modo: *τῆς*. Como el producto prosigue a una preposición, la adición del producto no posee bastante sentido (puesto que una palabra utilizada con una preposición puede ser y con frecuencia se considera final aun sin el producto).1
Tenga presente que he utilizado inglés viejo «ye» para reflejar la manera nominativa de la segunda persona del plural, y «ye» como la manera plural objetiva (como la KJV, de la que la lengua inglesa moderno ha perdido la distinción por «ye» siendo tanto singular como plural).
🐦 ¿Qué es lo que significa Efesios 2 8
? La palabra de Dios nos comunica que la salvación se recibe por FE basada particularmente en la Felicidad de Dios. El término de felicidad no es popular entre cultos y falsas religiones inventadas por el hombre.
Por felicidad sois salvos a través de la fe, y esto no de nosotros, ya que es don de Dios.
Tito 3:4-8
“Pero en el momento en que se manifestó la amabilidad y la clemencia de Dios nuestro Salvador, nos salvó, no por nuestras proyectos de justicia, sino más bien según su clemencia, para el lavamiento de la regeneración y renovación en el Espíritu Beato, que él derramó sobre nosotros en abudancia a través de Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su felicidad, fuéramos hechos herederos según la promesa de la vida eterna.
Este es un evangelio tan claro que toca cada punto de la palabra. Esencialmente, Pablo dice: “La salvación no es obra de hombres, sino más bien obra de Dios”. Tenéis a Dios Padre salvando según su clemencia por la regeneración del Espíritu Santurrón que es dada por Cristo nuestro Salvador.