Qué dice Filipenses 2 15

15 a fin de que seáis irreprensibles y fáciles, hijos de Dios, irreprensibles en la mitad de una generación mala y malvada, en la mitad de la que resplandecéis como estrellas en el planeta; 16 asiéndome a la palabra de vida, a fin de que en el día de Cristo me gloríe de no haber corrido en balde ni trabajado en balde.

Atentamente, amigo que escucha. Bienvenidos al estudio bíblico de el día de hoy. Los fieles nos encontramos obligados a vivir en la mitad de una sociedad malvada y malvada. La única forma de huír de esta situación sería irse a vivir a algún mundo lejano, pero no hagas proyectos para eso, por el hecho de que la Biblia no nos solicita que dejemos la sociedad donde vivimos, por mucho más maligna y malvada que sea. puede ser, por contra, que nos anime a vivir en la mitad de ella. En sí no hay nada de malo en vivir en la mitad de una sociedad malvada y malvada. El mal es dejarse absorber por él y desgraciadamente o sea lo que les pasó a varios fieles. Fueron engullidos por las temibles fauces de esta sociedad maligna y malvada. ¿De que forma? Bueno, en el momento en que adoptaron las reglas, proyectos y modelos de todo el mundo y rechazaron las reglas, proyectos y modelos de Dios. En el estudio bíblico de el día de hoy, Pablo nos mostrará de qué manera tenemos la posibilidad de ser hijos de Dios sin mácula en la mitad de una generación mala y malvada.

Si tienes una Biblia a la mano, ábrela por la epístola del apóstol Pablo a los Filipenses, capítulo 2 versículos 14 al 16.

I.- EL ETERNO GLORIA DE CRISTO. (v.6a)

“Ser (o existir) en la FORMA de Dios”

Es esencial comprender quién era Él verdaderamente y quién es, aun para empezar a comprender lo que ÉL logró.

Explicación y comentario sobre Filipenses 2:3

¿Es egoísta toda ambición? Este es un término bien difícil de comprender. La mayor parte de los cristianos están confundidos por este pasaje y otros afines. ¿Qué es lo que significa precisamente, en concepto de acción, «estimar a el resto mucho más esenciales que uno mismo»?

Esta pareja en el libro de Filipenses con el pasaje del capítulo 2, versículo 21 que afirma: «Pues cada uno de ellos busca sus intereses, no los de Jesucristo». Pablo detalla a Timoteo como todo lo opuesto. Para Pablo, poner a Jesús primero es poner primero a el resto.