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Qué dice Isaías 43 19

Hete aquí, yo hago algo nuevo; próximamente va a salir a la luz; no la conoceras? Nuevamente voy a abrir sendero en la soledad, y ríos en la soledad (Isaías 43:18-19).

Mi pasado no puede quitarme la alegría del presente. Un error grave que cometemos con frecuencia es quedarnos atrapados en un pasado que podría ser «mejor» que nuestro presente. Extrañamos nuestra niñez, adolescencia, la temporada universitaria o el viejo trabajo donde éramos mucho más contentos. Este pasado acaba por sacarnos la alegría del presente. Estos pensamientos son «tomadores» de energía de buena intención. Todo el tiempo estamos cansados, desanimados y desmotivados. La Biblia muchas veces fortalece que es un fallo quedarse estancado anteriormente. Vea lo que afirma el profeta Isaías en el capítulo 43, versículos 18 y 19: “Olvida lo que pasó; No vivas anteriormente. ¡Mira, hago algo nuevo! ¡Ahora viene! ¿Tu no ves? Aun en el desierto voy a abrir sendero y riachuelos en el desierto.” ¡Que palabra! Dios desea abrir un nuevo sendero para ti. Ahora trabaja en novedades para su historia. Pero precisas “dejar ir” ese pasado y caminar con promesa y fe en esa dirección. Aun en el desierto te va a abrir caminos. Dios crea caminos donde no hay, esa es su especialidad. ¿Tú crees eso? ¡Te deseo un enorme día, con pasos firmes en el sendero que Dios te está abriendo!

Oración: Señor, pienso que abres caminos donde no hay. Pienso que andas haciendo un trabajo aun en el momento en que no te veo. Incrementa mi fe y enséñame a confiar mucho más en ti. Amén.

¡Deja el pasado atrás!

El punto de inicio de lo más reciente es liberarse de lo viejo. Para ingresar en algo nuevo, requerimos liberarnos de todo cuanto poseíamos previamente, esto incluye nuestra forma de meditar, nuestras reacciones y nuestros hábitos. Lo más reciente y lo viejo no son compatibles, conque a fin de que algo nuevo empieze, tienes que estar resuelto a despedirte de tu pasado.

Indudablemente, hay cosas preciosas que jamás tenemos la posibilidad de olvidar: el nacimiento de un hijo, el enorme día de la boda o aun la primera mascota. Del mismo modo en nuestra vida espiritual: el día que nos llega a Jesús como nuestro Salvador, nuestro primer acercamiento personal con Dios o nuestro primer sermón. Hay instantes que terminantemente no vamos a olvidar, pero en el momento en que charlamos de dejar atrás nuestro pasado, indudablemente es dejar atrás todas y cada una aquellas cosas y recuerdos que no nos dejan proseguir adelante. El corazón es un órgano pequeño, pero puede guardar varias cosas, entre ellas: resentimiento por alguien que nos hizo mal, resentimiento por alguien que nos ha engañado, odio o aun sed de venganza por una acción en nuestra contra. nuestro corazón, indudablemente, no posee espacio para recibir lo más reciente.

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