Con la parábola del rico necio, Jesús enseña sobre los riesgos de la codicia. Él exhorta a Sus fieles a buscar bienes divinos en vez de terrenales. Lucas 14:15-33. Con la parábola de la enorme cena, Jesús enseña que quien lo prosigue ha de estar presto a dejar todo lo demás.
Filipenses 4:19 Mi Dios suplirá todo cuanto les falta de conformidad con sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
¿Y de qué forma tenemos la posibilidad de tener tanta seguridad en Dios? Por el hecho de que Jesucristo es la plenitud, y de su plenitud nos llega felicidad sobre felicidad, pues la felicidad de Dios es insaciable. Hermanos, la clave es depender de Cristo en todo momento, es tener una fe viva, no falsa, Él es la vid que sostiene vivos los sarmientos que somos. Sin él no tenemos la posibilidad de realizar nada, pero si nos encontramos unidos a Jesucristo por la fe, su historia fluirá en nosotros a fin de que tengamos la posibilidad vivir vidas enormemente productivas para la gloria de Dios.
Riquezas espirituales
Ahora se muestran ciertas riquezas espirituales que la Biblia relata con sus respectivas citas bíblicas.
Comparte las riquezas en la gloria de Dios en Cristo Jesús, Filipenses 4:19.
«Pero el día del Señor va a venir como ladrón. Los cielos van a pasar con enorme estrépito, los elementos van a ser destrozados por fuego, y la tierra y todo cuanto en ella fue hecho va a ser expuesto» (2 Pedro 3:1.
Los bienes mucho más costosos y mucho más enormes en la tierra va a tener exactamente el mismo fin que nada. Una vez que Jesús regrese y el planeta sea juzgado, no va a haber nada a eso que valga la pena aferrarse. Pese a esto, bastante gente proseguirán aferrándose a sus pertenencias terrenales pues desean estar mucho más cómodas en el presente. instante y no en tu futuro eterno.
Todos y cada uno de los días algo de «valor en el planeta» se rompe, se destroza, se pierde o se lo hurtan en algún rincón del mundo. Varios de los que padecen esta clase de pérdida jamás consiguen volver como estaba completamente. emotivamente o financieramente, no obstante, quien realmente confía en Dios y sus riquezas divinos solo debe padecer la pérdida temporal de todo el mundo, pero va a ganar considerablemente más en el Señor en paz, gozo y felicidad (usted xagb_7)