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Qué dice Juan 5 17

17 Y Jesús les respondió: Hasta la actualidad mi Padre trabaja, y yo asimismo trabajo. 18 Por consiguiente, por tal razón los judíos intentaban mucho más matarlo, pues no solo quebrantaba el sábado, sino asimismo afirmaba que Dios era su a-Padre, haciéndose igual a Dios.

“Escudriñad las Escrituras; por el hecho de que les semeja que en ellas tenéis la vida eterna; y ellos son los que dan testimonio de mí; y rehusáis venir a mí a fin de que tengáis vida” (Juan 5:39-40)

LA OBSERVANCIA DE LA LEY NO RESULTARÁ EN VIDA ETERNA

¿Es muerte física o espiritual? ?

Ciertos comprenden que Juan habla de la desaparición física de un fiel que es juzgado por algún pecado grave. No obstante, en los escritos de Juan, la vida y la desaparición la mayoria de las veces describen la vida y la desaparición espiritual. Juan emplea la palabra muerte un par de veces en 1 Juan 3:14, donde charla de muerte espiritual. Además de esto, emplea la palabra vida 14 ocasiones (aparte de este versículo) y solo 2 ocasiones charla de vida física. Los dos pasajes (1 Juan 2:16 y 3:16) poseen pistas contextuales visibles de que él habla de la vida física. En las otras 12 oportunidades charla de vida eterna. 1 Juan 3:14 ejemplariza la manera en que Juan emplea estas expresiones:

“Nosotros entendemos que pasamos de muerte a vida, en que amamos a nuestros hermanos. El que no quiere a su hermano continúa en la desaparición.”

UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA

El estanque de Betesda

Varios comentan que este estanque era un santuario del dios heleno de la medicina “Asclepio” o “Esculapio” (para los romanos ), ya que en excavaciones arqueológicas hallaron la figura tradicional de la «serpiente», que era un emblema de este dios. Pero sobre los elementos encontrados, es imposible garantizar que datan del siglo I (aun puede ser posterior a la destrucción de Jerusalén, y que la piscina fue reabierta como santuario de Esculapio).

Negar a Jesús

Esto nos ofrece una pista sobre el concepto de “pecado que transporta a la desaparición”. Juan tiene en cabeza los errores de la gente que han probado un tanto del poder y la felicidad de Jesús, pero entonces los rechazan de forma permanente. O sea afín a la enseñanza en otras unas partes de la Biblia (por servirnos de un ejemplo, Marcos 3:22-30; Hebreos 6:4-6; Hebreos diez:26-29). Asimismo es consistente con la enseñanza anterior en esta Epístola.

Ningún pecado es bastante grande para no ser perdonado, por el hecho de que Jesús murió como «el sacrificio expiatorio por nuestros errores, y no solo por los nuestros, sino más bien asimismo por los errores de todo el planeta» (1 Juan 2:2 ). En consecuencia, si nos disculpan o no, no es dependiente del tamaño de nuestro pecado, sino más bien de lo que vamos a hacer con nuestro pecado. “Si mencionamos que nos encontramos sin pecado, nos engañamos a nosotros y la realidad no está en nosotros. Si confesamos nuestros errores, él es leal y justo para perdonar nuestros errores y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:8-9).

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