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Qué es el espíritu para Nietzsche

Nietzsche detalla el espíritu del camello como un coleccionista de cargas, logros y cicatrices. Con todas y cada una estas cosas, las mucho más pesadas de todas y cada una, las transporta el espíritu de carga: como un camello que corre hacia el desierto con su carga, de esta forma corre hacia su desierto.

Por Borja Vilaseca

Según el pensador alemán Friedrich Nietzsche, hay tres formas muy dispares de tener relaciones con la sociedad: el camello, el león y el niño, todas las que representa una época evolutiva y también supone una cierto nivel de conciencia.

a. El camello

Este es el punto de inicio usado por Nietzsche para detallar un estado al que llega nuestro espíritu tras dejar la niñez. La juventud tardía, la adolescencia y el paso final hacia la edad avanzada incitan nuestro gozo en el papel del camello. Por consiguiente, el camello se detalla como un animal que atraviesa enormes desiertos y debe vivir sin agua a lo largo de múltiples semanas, si no meses. Nietzsche lo detalla como un animal que carga en su espalda pesos, maletas y bolsos que no le forman parte. Pelea con su historia y su agotamiento para cumplir los sueños del resto. El camello se detalla en esta metáfora como un animal de manada que obedece y sirve infatigablemente a el resto pese a su salud o felicidad. El camello se arrodilla de manera voluntaria frente el resto a fin de que lo carguen de elementos “y desea que lo carguen bien” (Nietzsche, 2009). El camello funcionó bien como metáfora para detallar al hombre moderno en el siglo XIX, y marcha bastante superior el día de hoy en la sociedad de la cual formamos parte globalizada, enajenada y atomizada.

¿Qué es lo que significan las tres transformaciones de Nietzsche?

Nietzsche proporciona a nuestra reflexión la sugerente metáfora ‘Las tres transformaciones del espíritu’. En la primera observamos de qué forma el espíritu se transforma en camello; en el segundo, de qué manera el camello se transforma en león, y en el tercero, de qué forma el poderoso león se transforma en niño.

LAS FASES DE NIETZSCHE

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