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Qué es el instinto para Darwin

El instinto según Darwin: Para Darwin, los instintos eran parte fundamental de la naturaleza de todo ser vivo. Es el instinto que deja la subsistencia, la relación con el medioambiente y con otros individuos de exactamente la misma clase.

Kinsukuroi

Kinsukuroi (El arte de arreglar) Técnica de Japón para arreglar cerámica.

El 24 de noviembre de 1859, el científico británico Converses Darwin publicó El origen de las especies, cuyas ideas forman la base de la biología actualizada. Ahora transcribimos ciertos extractos del libro donde enseña ciertas de sus teorías y se protege de las acusaciones de que fue objeto por la parte de quienes defendían las teorías creacionistas.

No niego que se tienen la posibilidad de llevar a cabo muchas objeciones serias a la teoría de la descendencia con modificación, por medio de la variación y la selección natural. Me he esforzado por ofrecer a estas objeciones su fuerza. Nada puede parecer al tiempo mucho más bien difícil de opinar que los órganos y también instintos mucho más complejos se formaron, no por medios superiores, si bien equivalentes a la razón humana, sino más bien por la acumulación de incontables pequeñas variantes, cada una aceptable para el sujeto que la tenía. . . No obstante, esta contrariedad, si bien parezca a nuestra imaginación insuperablemente grande, no puede considerarse real sin aceptar las próximas proposiciones: que todas y cada una de las unas partes del organismo y todos y cada uno de los instintos muestran diferencias, por lo menos particulares; que hay una pelea por la presencia que lleva a la conservación de ediciones beneficiosas de composición o instinto, y, al final, que probablemente halla gradaciones en el estado de perfección de cada órgano, cada bien en su clase. Pienso que la realidad de estas proposiciones no puede ser discutida. Indudablemente, es increíblemente bien difícil aun conjeturar por qué razón gradaciones se formaron muchas conformaciones, singularmente en los conjuntos fragmentarios y en descomposición que han sufrido muchas extinciones; pero observamos gradaciones tan extrañas en la naturaleza, que debemos ser asombrosamente precavidos al decir que un órgano o instinto, o una conformación completa, no podría haber alcanzado su estado presente por varios estados graduales. Debe aceptarse que hay situaciones de particular contrariedad que van en oposición a la teoría de la selección natural, y entre los mucho más curiosos es la presencia de 2 o tres castas establecidas de hormigas obreras, o hembras estériles, en exactamente la misma sociedad; pero he tratado de enseñar de qué forma se tienen la posibilidad de sobrepasar estas adversidades. (…)

Las objeciones mucho más esenciales mencionan a cuestiones sobre las que reconocemos nuestra ignorancia, sin comprender hasta dónde se prolonga. No conocemos todos y cada uno de los grados probables de transición entre los órganos mucho más sencillos y los mucho más excelentes; es imposible asegurar que conocemos todos y cada uno de los distintos medios de distribución que han existido a lo largo del pasado lejano, ni que conocemos todas y cada una de las deficiencias en el registro geológico. Por serias que sean, estas distintas objeciones son, a mi juicio, en modo alguno suficientes para derruir la teoría de la descendencia seguida de modificación. (…)

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