Qué es el instinto para Nietzsche

Los instintos son, para Nietzsche, juicios orgánicos que, por una parte, tienen la posibilidad de nacer y fallecer y, por otra parte, muestran grados de dificultad según sus atribuciones. Por consiguiente, no se debe meditar que Nietzsche, al charlar de la naturalización del hombre, esté pensando en un retorno a los instintos de las bestias.

«Eso es una hipótesis, por el hecho de que tan lamentable como es

es bien difícil ver el fondo de estas cosas subterráneas».

La intención de poder nos ofrece vida

En todos nosotros late el deseo de superarnos, de acrecentar lo que somos para preservar lo que empapa toda nuestra vida: la vida. Cada paso que ofrecemos en la escalera de la autorrealización es una semilla que cultivamos para proteger la vida misma, nuestro bien mucho más apreciado.

Merced a nuestro avance, esa intención de ir mucho más allí, esa intención de poder que nos anega, tenemos la posibilidad de apoderarse el lote irreconocible de nuestra condición humana. Toda vez que medramos, al apoderarse lo que nos hace mucho más vivos, no solo somos mucho más, sino vivimos mucho más. Si lo que se guarda no incrementa, muere.

¿Era Nietzsche un fascista?

Es una moda, en la presente «moda nietzscheana» de la que charlé al comienzo, socorrer a Nietzsche de similar acusación. Y eso afirma bastante, como observaremos mucho más adelante. Pero si hay una filosofía digna del fascismo, es exactamente la de Nietzsche.

El fascismo no es mucho más que la realización histórica mucho más consistente de las ideas nietzscheanas. Es verdad que todo cuanto los ideólogos nazis han tomado de Nietzsche pasó por un desarrollo de vulgarización, no obstante, en frente de esta objeción, digo lo mismo que Lukács: el fascismo es, pese a su vulgaridad, la auténtica continuación práctica y también ideológica. del pensamiento nietzscheano. ideas El fascismo es una «caricatura» (por su vulgaridad) de esta filosofía; solo que era una caricatura real y sanguinolenta que duró varios años.