Qué es lo opuesto al nihilismo

Por consiguiente, para Fichte la blasfemia o el ateísmo en filosofía es exactamente lo opuesto de una filosofía nihilista.

Si algo caracteriza nuestro tiempo es esa “vocación por la nada” que apuntaba Nietzsche como su primordial característica. Un nihilismo que toma forma en el último tercio del siglo XIX, madura y se consolida en el siglo XX y exhibe su universalización aún en este siglo. Esto quiere decir, y esta es la clave para comprender el libro de Costantino Esposito, que todos somos de alguna forma sus hijos, en el sentido de que alén de nuestras opiniones, en el nihilismo nos movemos, respiramos y existimos. Si no poseemos esto presente, no entenderemos del en todo momento que nos ha tocado vivir, ni a nuestros semejantes ni, mucho más radicalmente, a nosotros. Pero al tiempo, si las cosas son de este modo, entonces los límites de nuestro tiempo, poco a poco más evidentes, son por esta razón las insuficiencias sustantivas de ese nihilismo que está en su base.

Esta es la asombroso visión adoptada por este instructor italiano de Filosofía en la Facultad de Bari: pensar sobre el nihilismo desde dentro y no desde sus periferias donde solo tenemos la posibilidad de publicar invectivas tan incomprensibles contra él ahora estéril. Y tampoco dan cuenta y razón de un fenómeno paradójico de nuestro tiempo: la actitud nihilista tiende a estar salpicada -contradictoriamente- del cumplimiento de valores y virtudes valiosísimos, como observamos en el sacrificio de la salud personal a lo largo de los peores instantes de la pandemia de hoy. Tal y como si alén de la abolición de cualquier sentido viable de nuestra vida y la del resto propios de una temporada nihilista, quedara en el fondo de la verdad y de los humanos una plenitud de sentido que nos envuelve alén del nihilismo propuesto.

¿Qué es el nihilismo?

El nihilismo es una manera de meditar la historia metafísica, ética y epistemológica de todo el mundo occidental. Como su nombre lo señala (nihil significa «nada» en latín), el nihilismo mantiene que, en vez de que haya «algo» que ande como la base de todo cuanto existe, lo que hay es «nada».

El nihilismo repudia puntos escenciales y admitidos del sentido de la vida. De este modo, niega la oportunidad de localizar un fin o sentido último de la presencia, puesto que nada la mantiene o la impulsa en una dirección cierta.