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Qué hacer para alegrar el alma

Guía de consejos para ocupar tu alma en el momento en que estés triste Halla lo que verdaderamente disfrutas. ¿Llena tu vida con cosas que verdaderamente te agradan? Ejerce algún deporte. Está comprobado que el deporte lúcida las endorfinas de la alegría. Date un capricho. Sal y goza.

Imaginar un planeta sin música puede ser, quizás, algo mucho más tristes para bastante gente, puesto que nos acompaña en todo instante, sea bueno o malo, puede curarnos el alma muy frecuentemente, para hacernos acordar de ocasiones y experiencias, su poder es tan enorme que aun puede hacernos opinar nuevamente en lo que creíamos perdido.

La música no puede sanar una pandemia mundial, ni parar la batalla entre 2 de las mayores potencias de todo el mundo, pero puede alegrar el alma y lo sabe Jorge Andrés Muñoz Beltrán, un joven de 24 años que perdió por poco la promesa en tus sueños y en la vida misma.

El poder de la música

¿Sabías que hay una Psicología de la Música? Sí, de esta manera es. Rama de la psicología que se dedica únicamente a de qué forma la música nos perjudica como personas.

La música no es solo un grupo de sonidos y silencios significativos. Es mucho más que eso, es: un grupo de letras con sentido, una armonía interesante (o no) que tiene dentro historias con las que nos sentimos identificados y que causan conmuevas en el momento en que se interpretan mentalmente.

¿De qué forma aparece la iniciativa de Flamenco Expressivo?

Después de vivir en primera persona un estado de desfragmentación, colapso y desesperación que estuvo acompañado de la pérdida de mi identidad, de mi ser, de mi dirección, en resumen, de mi todo, inicié mi desarrollo de curación creativa mezclando distintas expresiones artísticas en la que la parte central fue el flamenco. Por la vericidad y naturaleza del flamenco pude conectar con lo mucho más profundo de mis supones y llegar a una conexión divina que va alén de mi ser. Esta conexión divina con el auténtico ser es la que deja el surgimiento de lo que yo comprendo como “duende”. Este desarrollo creativo de autoconocimiento, nacido espontáneamente como reacción a esa situación agobiada, se transformó en el sendero para localizar mi verdad y conseguir la reafirmación de mi identidad y la recreación de mi alma fragmentada.

En Flamenco Expressivo hallé mi sitio, mi espacio. Un espacio donde puedo ser yo mismo y sentirme libre de expresar mis conmuevas sin miedo a ser juzgado. Ese espacio único donde puedo conectarme con mi auténtico yo y sentirme feliz y en paz. En el momento en que bailo flamenco hay una conexión profunda con mi alma y mi esencia. es mi verdad Esta verdad que sale a la luz pues es mi alma la que se desplaza.

¿Qué llevar a cabo si andas triste?

  1. Llora si tienes ganas. La tristeza es una emoción como cualquier otra y tiene su función. Tienes derecho a sentirte triste y plañir si lo precisas. No es moco de pavo entender qué realizar en el momento en que andas triste.
  2. Admite tu instante y date un respiro. Está bien, en ocasiones la manera más óptima de cambiar algo es admitirlo y dejar de combatir contra ello. No requerimos sentirnos contentos inmediatamente, cada desarrollo transporta su tiempo.
  3. No juzgues lo que sientes. El juicio que hacemos sobre nuestros sentimientos crea mayor malestar: “lo que debo sentir, lo que van a pensar el resto, lo que pienso que soy por sentirme de esta manera…”. Estar triste no nos afectaría tanto si no pensáramos que afirma algo sobre nosotros y nos aferráramos a ello; tenemos la posibilidad de verlo como una emoción que, como cualquier otra, en relación llega, se marcha.
  4. No te aísles. La inclinación a aislarnos ayuda a que nos sintamos aún peor en el momento en que nos encontramos tristes. Más allá de que es verdad que hay instantes en los que requerimos estar solos, comunicar instantes con otra gente nos distrae, nos hace meditar en otras cosas para no continuar nutriendo el sentimiento negativo.
  5. Háblalo, compártelo. En el momento en que estamos tristes no debemos pasar solos; Si lo procura, descubrirá que charlar de algo o desquitarse puede ser verdaderamente liberador. Siempre y en todo momento vamos a encontrar por lo menos UNA persona preparada para escucharnos: un amigo, un familiar, un popular, un profesional… ¡Hasta un períodico puede ser realmente útil!
  6. Tómate tu tiempo, ¿qué deseas realizar? A priori la contestación puede ser “nada”, la apatía se apropia de nuestro poder de resolución. Si esto sigue en el tiempo, detente y piensa con tranquilidad, ¿andas seguro de que algo no te viene a la cabeza? Las pequeñas cosas llenan nuestro día a día: un baño ardiente, una película, salir a caminar, charlar con un amigo, elaborar nuestro plato preferido, apuntarnos a una actividad… esta clase de ocupaciones nos asisten a sentirnos menos tristes.
  7. Protege tu fachada y también higiene personal. Dúchate, vístete y protege tu higiene personal. Prestar atención a algo tan básico es primordial, es cuidarnos a nosotros: si hay un individuo que no puede olvidarte, eres tú mismo. Además de esto, verse bien es aporta un beneficio para nuestro estado anímico.
  8. Sal a la calle. Si pasamos todo el día en nuestra burbuja, la atmósfera ocasionalmente se volverá hastiada. Hay mucho más oxígeno ahí fuera, ¡sal ahí fuera y respira!
  9. Entablar una rutina. Esto nos transporta a ordenar nuestro día a día y no abandonarnos en la tristeza y la soledad.
  10. Ejerce deportes. Hacer deporte, aparte de asistirnos a desconectar y dejar en libertad conmuevas, provoca que generemos una secuencia de hormonas que nos asisten a sostener un estado anímico positivo en frente de la tristeza y la soledad.
  11. Concéntrate en el presente. “Lo hecho, hecho está”, semeja simple de decir pero no tenemos la posibilidad de regresar atrás para recobrar el tiempo o cambiar el pasado. No obstante, tenemos la posibilidad de centrar nuestra atención y esfuerzo en el ‘el día de hoy’, para explotar el tiempo y cambiar el futuro. Es esencial tener esto presente para batallar la soledad.
  12. Márcate pequeñas misiones cotidianas o por semana para batallar la tristeza y la soledad. Esto causa que nos centremos en otros temas y prestemos menos atención a eso que nos preocupa. Basta de pequeños hechos reconfortantes, Roma no se edificó en un día. Comprobar y ver que los logramos anima y impulsa.
  13. Busca asistencia técnica. En el momento en que nos encontramos tristes, no tenemos la posibilidad de recuperarnos confiando solo en nuestro ambiente, pero eso no quiere decir que no haya salida. Tal como vamos al médico en el momento en que nos duelen los pies, ¿por qué razón no asistir al sicólogo en el momento en que nos duele el corazón?

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