9 Y todo el pueblo, tanto los que iban enfrente de él como los que le proseguían, chillaban: «¡Sálvanos, Mesías nuestro! ¡Bendito seas tú, que vienes en el nombre de Dios! ¡Por favor, sálvanos, Dios Altísimo!»
Su ocasión de crucificarlo
Entonces, en el momento en que esos iniciados detuvieron a Jesús y lo llevaron a juicio, los viejos incondicionales probablemente se sintieron intimidados por la autoridad de los líderes. Respaldar a alguien es considerablemente más simple en el momento en que hay menos opciones de ser detenido por llevarlo a cabo (por servirnos de un ejemplo, las negativas de Pedro)
En el auge de su ministerio y milagros, varios judíos llegaron a opinar en Jesús como el Mesías. , el Hijo de Dios. Los líderes judíos temían a Jesús gracias a su creciente número de seguidores. de Judas Iscariote, los soldados romanos detuvieron a Jesús y lo llevaron a juicio por asegurar ser el Rey de los judíos. Según la ley romana, el castigo por rebelión contra el rey era muerte por crucifixión.
multitud si se volvió contra Jesús y chilló “Crucifícalo”?
Primero debemos estimar que la gente que chillaron “Hosanna” en el momento en que Cristo llegó no eran los pobladores de Jerusalén. En cambio, cabalgó en compañía de peregrinos que venían a la localidad para la Pascua. Gracias a la novedad de que Jesús resucitó a Lázaro de entre los fallecidos y aguardaba que el Reino Mesiánico comenzara próximamente, estos peregrinos se detuvieron para vocear y loar en su emoción. Cantar en el sendero a Jerusalén no era extraño, y con sus conceptos equivocados sobre un Mesías conquistando Roma, el entusiasmo se derramó en las ramas de palma.
La mayor parte de la multitud en Jerusalén, por decir lo menos, no se encontraba según la mafia «inculta» del país. En medio de estos tipos podemos encontrar a los fariseos, que exhortaban a Jesús a contener a la multitud. En el momento en que Jesús se negó y aseveró que las rocas lo alabarían si la multitud no lo hacía, su animosidad solo aumentó. Entre estas 2 corrientes opuestas, Jesús entró en la localidad.
En el momento en que llega el Domingo de Resurrección, los católicos van a misa festejando el regreso de Jesús a la vida.
Estas ramas se queman hasta transformarlas en un polvo fino.
Jesús entra en Jerusalén
1Jesús y sus acólitos llegaron a la localidad de Betfagé y se detuvieron en el Monte de los Olivos, muy cerca de Jerusalén.