El novio no puede ver el vestido antes de la boda. Según la tradición, esto trae mala suerte. Esta es una vieja superstición, mucho más particularmente de los días en que los links se hacían por conveniencia. El marido no podía ver a la novia antes de la boda para eludir que se arrepintiera y decidiese no casarse.
(Martha Stewart Weddings) — ¿En algún momento se preguntó por qué razón el velo o el prácticamente obligación «tomar algo prestado» el día de su boda?
Aquí mostramos las supercherías y tradiciones nupciales más frecuentes y espectaculares y las causas tras ellas.
Llevar liguero
Asimismo es clásico que la novia lleve un liguero en la pierna derecha, oculto por el vestido.
En la celebración, el novio sortea y juega a la suerte entre los solteros convidados. Como hace la novia con su ramo.
Llevar perlas en tu boda = lágrimas en tu boda
Anteriormente se pensaba que las perlas representaban lágrimas a lo largo del matrimonio y auguraban pobreza para los recién en matrimonio. ¡Bah! Las perlas, por su color y aspecto nacarado, son el complemento ideal de un ajuar de novia.
En la vieja Roma, Marte era el dios de la guerra, con lo que casarse en su temporada solo podía invitar a riñas a lo largo del matrimonio. Si bien no es un día común para casarse, hay novias que deciden llevarlo a cabo y no, no es presagio de mala suerte llevarlo a cabo ese día.
¡La primera mirada del amor!
En ciertos países anglosajones, cada vez está mucho más de tendencia una inclinación que rompe con todas y cada una estas supercherías; por el hecho de que, en verdad, procuran intencionalmente que la pareja se vea antes del matrimonio. Para esto, organizan una perfeccionada sesión de fotografías antes de ofrecer comienzo a la liturgia; En la actualidad mucho más popular como “La Primera Mirada”, es allí, donde los novios están por vez primera.
Merced al encontronazo y las conmuevas que esto genera, frecuentemente consigues fotografías verdaderamente preciosas para rememorar; en el que se plasma el instante íntimo y exacto en el que sus miradas se cruzan antes de decir «Sí, acepto». Motivados por ello, esta inclinación se pone de tendencia cada día y la multitud se muere por llevarlo a cabo; destruyendo completamente viejas opiniones y allanando el sendero para novedosas y entretenidas tradiciones.