Mantener a alguien por hasta diez segundos incrementa las hormonas del confort como la oxitocina, lo que provoca que reduzcan las substancias químicas del agobio como el cortisol, lo que contribuye a reducir la presión arterial.
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El caballero blanco que procura salvarte de todo
Bueno, ese es el modus operandi del Caballero Blanco. Primero, descubres un inconveniente exponiendo una enorme empatía y entendimiento con esa persona, muy complaciente, pero básicamente, te contribuye a sacar información de utilidad de la otra persona. Conque empieza una relación fundamentada en la promesa de arreglar sus inconvenientes.
Él da su amor y distribución incondicionalmente y con estas formas incondicionales espera conseguir asimismo tu gratitud incondicional que es precisamente lo mismo que tu gratitud perpetua. Procurará, más que nada, la aprobación del resto. Si no reciben esa gratitud, se sienten muy frustrados.
Los abrazos y las caricias son precisos todos y cada uno de los días para la salud. No solo en el Día de los Enamorados
Abrazar y ser abrazado, ofrecer y recibir caricias es realmente bueno para la salud, en el Día de los Enamorados, el Centro Superior de Ciências da Saúde desea rememorar, por medio de una colección de estudios, los resultados positivos de abrazos a la salud y caricias, sin olvidar ciertas cautelas.
El abrazo de otra cosa
Si un abrazo es muy amistoso, puede ser otra cosa. En el momento en que los pechos de los 2 se tocan mientras que se abrazan por los hombros, es una señal de que el cariño es mucho más fuerte que la amistad.
En estas situaciones, la manera en que pone las manos puede señalar que siente algo por ti, por poner un ejemplo si sus manos se quedan mucho más tiempo de lo frecuente y si notas que está inquieto.
Abrazo expreso
Todos sin salvedad recibimos este género de abrazo, es el habitual abrazo que le das a tu mamá en el momento en que llegas tarde al trabajo/escuela y que no te percatas de de qué forma fue verdaderamente el abrazo.
Disminuye el agobio
Según una investigación anunciado por Scientific Reports, este género de contacto físico disminuye el cortisol, la hormona del agobio, merced a la liberación de oxitocina a lo largo de los abrazos.
Al abrazarnos no solo liberamos oxitocina, sino asimismo segregamos serotonina y dopamina, 2 neurotransmisores que mejoran la autovaloración, nos hacen sentir bien y, para finalizar, incrementan nuestra energía.