¿Qué piensa nuestro perro de nosotros? Los perros opínan realmente bien en sus humanos y tienen la capacidad de leer su accionar mejor que absolutamente nadie. Los animales que tienen popularidad de ser mucho más similares a los humanos son los primates, pero absolutamente nadie nos conoce mejor que nuestros perros.
El desarrollo de pensamiento responde a una motivación, es un medio para planear una acción, investigar la situación y elegir la mejor forma de hacerla. Nos deja sobrepasar las adversidades preparando proyectos, encontrando la mejor forma de realizar lo que nos planteamos.
Aparte de meditar, ¿los perros sueñan?
Con frecuencia, en el momento en que nuestro perro duerme, desplaza las patas, gime y se retuerce: está claro que está soñando. Los perros tienen que soñar con cosas de «perros», como localizar un espacio o hallarse con otro amigo peludo, apresar presas, sumarse a una manada o conjunto de individuos. Se ha comprobado, a través de el rastreo de la actividad cerebral de los perros dormidos, que múltiples áreas del cerebro se impulsan a lo largo del sueño. Como en nuestro caso, el cerebro de los perros les resguarda de imágenes muy duras mientras que duermen.
Los perros opínan realmente bien en sus humanos y tienen la capacidad de leer su accionar mejor que absolutamente nadie. Los animales que tienen popularidad de ser mucho más similares a los humanos son los primates, pero absolutamente nadie nos conoce mejor que nuestros perros. Comunmente, nuestros amigos pilosos nos tienen en alta cree: nos respetan, nos desean, confían en nosotros y nos conocen perfectamente. Tienen la posibilidad de distinguir diferencias de voz, expresiones faciales e inclusive la intensidad del tacto. ¿No lo crees? Conque trata de fingir que andas llorando en frente de tu perro, es muy posible que venga a consolarte.
Dime con quién estás y te afirmaré de qué forma amas
Y este amor es tan recíproco que nuevos análisis de múltiples estudiosos, dirigidos por The El veterinario japonés Takefumi Kikusui, probó que si ponemos frente a frente a un perro y a su humano, cuanto mucho más se miran a los ojos, mucho más oxitocina genera su cerebro y su presencia en el cuerpo tiende a igualarse.
¡TU CUIDADO ES LA MEJOR RECOMPENSA!
Otro descubrimiento esencial fue que el sistema de recompensa de su cerebro actúa del mismo modo en el momento en que se encara a alimentos y gominolas. Deseo decir, ¡nos adoran tanto como adoran la comida! Además de esto, en el momento en que se le pregunta qué opínan los perros, Berns afirma estar convencido de que su prominente nivel de sabiduría sensible y popular debe saber que asimismo tengan sentimientos recíprocos hacia nosotros. «La relación perro-humano no es unidireccional», afirma.