Lo reprimido es algo que se representa en la pulsión como contraindicado y que pone en juego la defensa contra el superyó por medio de la angustia. Este mecanismo se compone de tres fases.
Kinsukuroi
Kinsukuroi (El arte de arreglar) Técnica de Japón para arreglar cerámica.
CONSIDERACIONES FINALES
Al final, el término “neurosis obsesiva” abarca las especificaciones de una composición donde se reúnen un grupo de obsesiones, así sea en pensamientos o en acciones. Su relación con el deseo una parte del prototipo problemático en esta articulación, de la decisión bivalente de querer o no, y de su dependencia del Otro. Otro punto atrayente en este contexto en la composición neurótica obsesiva, tiene relación a los mecanismos de defensa que están presentes en la capacitación de los síntomas formando una manera complicada, siendo la opresión, la regresión y la capacitación reactiva que asimismo fueron expuestas en este estudio.
Otro punto a aclarar es que en la neurosis obsesiva, como en toda neurosis, está presente el deseo. No obstante, lo que la diferenciará del resto neurosis es que el deseo, si bien presente, es bivalente y vacilante. O sea, el neurótico obsesivo probará enormes adversidades para mantener su deseo por sí solo, por su demanda, revelando su restricción y también capitalizando, desde la demanda del Otro, el sitio de su deseo. Se concluye que, más allá de que es requisito que el sujeto, en la niñez, se ponga en el sitio del falo del Otro, por ende, situación alienante del objeto de la madre, no obstante, es del mismo modo importante salir de él y transformarse en un sujeto con su deseo, o sea, reconocerse como sujeto deseante, para no caer en la capacitación de una neurosis obsesiva.
Mecanismos de defensa neuróticos
Mecanismo por el que el Yo impide que los pensamientos generadores de ansiedad accedan a la conciencia. Es el mecanismo de defensa mucho más básico, a fin de que ocurra cualquier otra cosa, primero debe acontecer.
Reemplazar nuestro verdadero deseo que angustia y es inaceptable contra otro propósito que no angustia pero es aceptable. Este mecanismo puede argumentar por qué razón de súbito sentimos fobia a algo, por poner un ejemplo, si estamos sucios y nos ofrece vergüenza decirlo, expresamos nuestro asco y fobia a las cucarachas.