Los amigos son menos en compromiso que las parejas, más allá de que los dos distribuyen una relación. Así sea sexual, sentimental o como desees llamarlo. Hay y no existe duda sobre esto.
Recientemente viajé a D.F (México). Medraba mi desconcierto de que no tenían iniciativa, yendo a un ritmo súper veloz pues nuestra localidad lo pide, oyendo, observando parejas de enamorados en el transporte público con un amigo, adivinando el próximo movimiento del joven enamorado. Entre los últimos días estábamos sentados en algún sitio a la medianoche observando las verdades caer naturalmente, y llegamos a la conclusión de que hay mucho más géneros de relaciones… aparte de novio/novia.
Esto lo tengo en la cabeza desde ese día, pero aún no me había sentado a escribirlo. Empecemos el día de hoy. Pienso que hasta el momento en que te pasa a ti, sabes de qué manera es todo este cosmos.
Aquí viene el interrogante. Si no somos amantes, pero tampoco somos solo amigos, ¿qué somos?
Seriamente, no sé quiénes somos, pero los dos entendemos lo que disponemos, horas de diálogos inacabables entre memes y letras de canciones, llamadas telefónicas a las 2 am, discusiones que acaban con una fácil broma. Conozco tus deseos y tú conoces los míos, en ocasiones nos detestamos, entonces sencillamente nos amamos y si bien somos muy dispares los 2 nos complementamos de la forma mucho más natural y honesta.
¿Por qué razón un hombre me toma de la mano si no somos nada?
Te lo digo seguro por el hecho de que asimismo lo hago con mi pareja, o con una chavala que aún no tengo nada, es como criarla, o ganar mucho más seguridad con ella, o tener la posibilidad de tocarla, de ver su reacción, si ella está en concordancia, entonces me percato de que ella asimismo lo desea (no estoy seguro, hay inquietudes)
Y de este modo nos imaginamos cosas, pues tomar su mano es como el paso inicial,… Es como ser mucho más audaz y también insinuar que deseamos algo mucho más… Uhmm, ¿qué sucede, eh?
¿Qué somos si sentimos algo pero no tenemos ganas nada?
No sabría responderte precisamente, somos extraños con varias cosas en común. Deberíamos inventar un nuevo símbolo de unión para determinar lo que somos y aun de este modo no sabríamos decir lo que somos.
Actuamos como amigos, en ocasiones como amantes ahora ocasiones como terminados extraños. Quizás ese sea el inconveniente, que sencillamente actuemos, quizás, no lo sé.